Ocupan los titulares de las revistas, las grandes lubinas son para muchos el Santo Grial a alcanzar. Estos peces son cada vez más difíciles de capturar debido a la presión y a la escasez de estos ejemplares.
Afortunadamente, aún quedan algunos lugares donde se esconden y donde es posible encontrar buenos peces. Por peces bonitos entendemos lubinas de más de 65 cm. Por supuesto, hay peces de 70 u 80 cm o más. Pero sigamos siendo modestos y consideremos que una salida con varios peces de entre 60 y 70 cm es una salida muy bonita.
Si decide centrarse específicamente en los peces grandes, inevitablemente será a expensas de la cantidad. A veces será el único del día, pero el placer de pescar un pez así, a menudo de más de 20 años, seguro que le complacerá.
Pesca después de la caza
No pescará una lubina grande utilizando el mismo método que para peces más pequeños.
Por costumbre, he notado que cuando la actividad es alta, con muchos peces activos, los peces grandes no están en el corazón de la caza, sino en las periferias. Esto sugiere que quieren disfrutar del resto del festín que habrían dejado las congerías más pequeñas.

Por lo tanto, cuando se detenga una caza, insista en la zona aunque ello suponga arañar realmente el fondo. Es posible que uno de estos grandes ejemplares esté al acecho en la zona en busca de presas fáciles.
Mantén la calma
Maximizará sus posibilidades de capturar peces grandes si se dirige a las zonas de alimentación, pero también a la zona donde hay poca actividad de navegación. Estos especímenes aprecian la tranquilidad.

No se trata de una afirmación general, pero la experiencia demuestra que estos bellos ejemplares son más fáciles de atraer por la noche y por la mañana, o cuando el tiempo está un poco revuelto.
¿A qué empleos dirigirse?
Si existiera la respuesta estándar, la pesca dejaría de ser atractiva. La zona de 10-20 m es una de las mejores para rastrear estos hermosos ejemplares. Muchos pescadores creen que las grandes lubinas vagan por las poderosas venas de la corriente.

Está claro que cuando la corriente es realmente fuerte, los peces rara vez están activos, sino más bien pegados al fondo. Los peces grandes se encuentran generalmente al abrigo de la corriente o al final de ésta, donde el esfuerzo para apoderarse de una presa será menos importante. Por lo tanto, pesque a contracorriente o al final de la corriente, donde ésta se ralentiza.
Los desniveles, de 10 a 20 metros por ejemplo, también son lugares excelentes. Por supuesto, sin duda se topará con una bonita mancha amarilla, pero también merodean algunas lubinas grandes. En este caso, un señuelo fuertemente lastrado para raspar lo más posible la caída o, por el contrario, quitándolo por encima de la caída hará reaccionar sin duda a un bonito ejemplar.

La elección correcta del material
¿A un gran señuelo, un gran pez? ¿Quién no ha oído alguna vez este dicho? No es totalmente falso, pero digamos que es importante que haya una coherencia entre el tamaño de los señuelos y el de las presas in situ. Así que sí, si persigue peces pequeños con un sábalo de 12 cm, cambiar al modelo XL de 15 o 18 cm puede ser una apuesta ganadora.
Lo mismo ocurre con los señuelos babosos. Utilizar un tamaño de lanzón loco 220 cuando el tamaño medio de los lanzones de la zona es de 12/15 cm puede marcar la diferencia.

Para optimizar las animaciones, las barras Daiwa Saltist AGS III 832 en 10-35 gramos o la Saltist AGS III 802 en 7-28 gramos con carrete Daiwa Lexa 3000 CXH, le permiten prospectar con absoluta comodidad.

Recuerda que esto no es una verdad, puede ser una apuesta a intentar cuando nada más hace reaccionar a estos grandes peces.