Jigging
El speed jigging y el slow jigging son sin duda las técnicas más divertidas para practicar en las Islas Canarias. El gran número de peces depredadores permite dar muchas picadas sin aburrirse nunca. La multitud de especies presentes permite variar los placeres cambiando el tipo de animación, el tipo de fondo o la profundidad de pesca. Las zonas rocosas poco profundas son ideales para la pesca con potera lenta del jurel blanco, que es un luchador fantástico. El jigging rápido es mejor cuando se buscan dentones o peces pelágicos como el pelamuro.
Cuando la marea está bajando o fluyendo, es muy importante encontrar zonas donde la corriente sea fuerte, ya que es ahí donde están los depredadores. No es raro encontrarse con tassergals, barracudas o serviolas moviéndose por el agua y no dudando en picar un jig.
Pesca de altura
Las Islas Canarias son especialmente famosas por la abundancia de peces pelágicos de gran tamaño. Entre ellos se encuentran el atún rojo de gran tamaño, varias especies de peces rostrum, así como la lampuga y el peto. Estos peces se pescan generalmente al curricán, con señuelos conocidos como silbadores o paeta.
Se trata de un tipo de pesca muy especial que requiere un buen conocimiento de cómo se mueven los peces en relación con la corriente y la época del año. La velocidad media de curricán supera a veces los 8 nudos y los ataques son espectaculares. Sin embargo, como su nombre indica, ¡se trata de pescar peces grandes!
Pesca con cebo
Las aguas que rodean las Islas Canarias están repletas de especies difíciles de capturar con señuelos. El uso de señuelos de cebo nos permite capturarlas más fácilmente. Las pagras y los peces napoleón son muy comunes y les encantan las gambas o los calamares. Dependiendo de la profundidad de la zona, se pueden utilizar diferentes tipos de señuelos para adaptarse a las condiciones.
En zonas poco profundas, la tenya es especialmente eficaz gracias a su presentación muy natural. Sin embargo, su lenta velocidad de descenso y su propensión a ser arrastrada por la corriente hacen que no pueda utilizarse en aguas de más de 80 metros de profundidad sin tener que volcarla. Por lo tanto, vale la pena utilizar el madaï o el kabura para presentar un cebo sin que la deriva del barco le moleste demasiado.
