Para pesca vertical
La pesca vertical, ya sea con cebo o señuelo, garantiza que el sedal esté siempre bien tensado. Algunos peces, como el dentón y la dorada, tienen dientes afilados y tienden a buscar el fondo, lo que los convierte en los peores enemigos del nailon. La resistencia a la abrasión del fluorocarbono reduce el riesgo de rotura o corte.
Sin embargo, cuando se pesca con señuelos de cebo como la tenya o el madaï, puede merecer la pena utilizar nailon para conservar en la medida de lo posible la acción natural del aparejo en el agua. Algunos peces, como la lucioperca, que se encuentran principalmente en fondos arenosos, no necesitan necesariamente fluorocarbono porque los anzuelos de los señuelos de cebo suelen ser de trenza asistida y los dientes del pez nunca están en contacto con nuestro bajo de línea. Además, el nylon absorbe los golpes violentos en la cabeza y evita que se rompa con demasiada frecuencia.
Señuelo y lance
El lanzado de señuelos se realiza casi exclusivamente con fluorocarbono por varias razones. Tanto si se pesca desde la orilla como desde una embarcación, es fácil que los peces lleguen al fondo y lo rocen, rompiendo el sedal. Las diferencias de tensión durante las animaciones también pueden hacer que peces con dientes afilados se ceben con nuestro señuelo y golpeen el bajo de línea.
La única técnica para la que se recomienda el nylon es el señuelo lineal blando, porque con pesos más bajos de cabeza de plomo, el señuelo nadará mucho mejor. Los señuelos lineales también proporcionan una tensión constante para evitar que el señuelo se atasque.
En movimiento y al curricán
Cuando se pesca desde embarcación con cebo vivo o al curricán, pueden resultar interesantes ciertas características del nylon o el fluorocarbono. El curricán tradicional con señuelos duros sumergibles se utiliza generalmente para peces pelágicos como los pelámidos y la caballa. Estos peces pueden realizar arrancadas muy violentas al contacto y, por lo tanto, son mordidos fácilmente por el señuelo. En este caso, el nylon es muy interesante, ya que su flexibilidad permitirá a nuestro señuelo nadar mejor y absorber las arrancadas violentas gracias a su elasticidad.
El principio es el mismo cuando se pescan peces grandes, como el atún o el rabil. Dada la necesidad de utilizar líderes de más de 10 metros, el fluorocarbono tiende a conservar la forma que tiene en la bobina. El nailon ofrece la máxima flexibilidad y permite al pez nadar libremente sin limitaciones.
