La pesca del lucioperca desde la orilla no es un deporte fácil, y a menudo se reduce a encontrar los lugares adecuados y las franjas horarias adecuadas. Pero en invierno, a horas muy concretas, estos lugares estarán a corta distancia y serán mucho más fáciles de alcanzar para los pescadores a pie que para los embarcados. Así que ¡aprovéchalo!

Inundaciones e invierno
El invierno suele ser sinónimo de fuertes precipitaciones, que provocan importantes subidas del nivel de las aguas de los ríos franceses. Estos fenómenos tienen un impacto muy favorable en la pesca del lucioperca porque provocan su desplazamiento a zonas distintas de sus hábitos habituales en respuesta a los cambios del entorno. También crean condiciones de alimentación más favorables en las orillas de los ríos.
Recogida de forraje
Cuando el agua sube bruscamente y se mantiene en niveles altos, los peces tienen que buscar zonas de refugio para resguardarse de la corriente. Lo que se aplica a los carnívoros también se aplica a los peces forrajeros, que se encuentran concentrados en espacios reducidos. Las luciopercas y otros depredadores saben aprovechar al máximo esta despensa bien surtida

Principales corrientes
Además, la subida del nivel del agua crea nuevas zonas a lo largo de las orillas que las luciopercas se apresuran a alcanzar para refugiarse de las corrientes que se han vuelto demasiado fuertes en el lecho del río. "En el mar, los lugares suficientemente cómodos son raros y se limitan a ciertos remansos y obstáculos que desvían la corriente, como estructuras artificiales o naturales. Los muelles de los puentes, las islas río abajo y los diques son puntos clave, pero siguen siendo raros.
Las orillas ofrecen abundantes refugios, contracorrientes y zonas tranquilas, e incluso el metro cuadrado más pequeño puede albergar luciopercas, e incluso algún ejemplar muy grande.
Turbidez del agua
A medida que el agua sube, también lo hace su turbidez, a veces hasta el punto de que ni siquiera se puede distinguir un señuelo a 10 cm por debajo de la superficie. Es difícil ver el sentido de pescar en estas condiciones, y sin embargo las luciopercas detectan nuestros señuelos sin ninguna dificultad.
Las luciopercas son muy sensibles a la luz y la oscuridad proporciona unas condiciones de caza excelentes. Por ello, las zonas poco profundas, normalmente desiertas de luciopercas, pueden deparar magníficas sorpresas. En este contexto, es fácil encontrar luciopercas, a veces muy grandes, en menos de 1 metro de agua a 1 metro de la orilla.

Peces accesibles
Como se habrá dado cuenta, el invierno, cuando viene acompañado de aguas altas, es el momento perfecto para pescar un gran lucioperca. Sencillamente porque estos fenómenos meteorológicos modifican los lugares donde se encuentran los luciospercas y los hacen accesibles a la mayoría de los pescadores, ¡los que pescan desde la orilla!