Recuerdo de pesca / El Loira entre Coubon y Brives-Charensac, sombras y barbos

© Kizou Dumas

Al llegar a las afueras de la prefectura del departamento 43, el Loira deja atrás sus ropajes de río salvaje. Esconde nuevos tesoros en un entorno tan prometedor como siempre. Nuevas especies a las que prestar atención en un parque encantador.

El Loira en segunda categoría

Al acercarse a Le Puy-en-Velay, el Loira se ha calmado. Ahora está clasificado como río de segunda categoría para los peces. Sus castillos ya no son antiguos bastiones defensivos. A medida que el paisaje se calma, se transforman poco a poco en cómodas segundas residencias para los habitantes de las ciudades que añoran el campo. No son lo mismo que Amboise, Blois o Langeais. Todavía no ostentan el título de Castillos del Loira. Sin embargo, como un río joven, ya está ahí, fluyendo a sus pies. Y pronto, un poco más abajo, las truchas y los tímalos abandonarán su lecho para dejar paso a otras especies menos nobles.

Bords de Loire
Orillas del Loira

Mi ruta favorita

Fue mi amigo Marc quien me introdujo en el curso del que os voy a hablar hoy. Recuerdo que era una hermosa mañana de primavera, los peces estaban juguetones y las picadas eran abundantes. Desde entonces, se ha convertido en mi campo favorito. No se preocupen si no les digo exactamente dónde está.

Entre la zona de los tímalos y la de los barbos, el Loira, discreto como de costumbre, toma una curva en pendiente para ofrecernos un fantástico terreno de juego durante un centenar de metros aproximadamente, y allí pesco con regularidad. Prospecciono meticulosamente cada devolución. Si, por casualidad, los peces no golpean exactamente donde yo esperaba, me sorprenden unos metros río arriba o río abajo. A veces, ¡los peces también van y vienen!

Podría decirse que aquí no hay nada realmente extraordinario. Por supuesto, los peces rara vez superan el tamaño estándar. Por supuesto, hay muchos cacho y alburnos. Pero aquí me siento como en casa. Es mi jardín secreto. Nunca me he cruzado aquí con otros pescadores.

De jolis parcours à pêcher
Una pesca estupenda

Algunas sorpresas agradables

En las calurosas tardes de verano, las picadas de tímalos o cucarachas llegan a ser a veces tan numerosas que la costumbre se instala y la pesca se convierte en rutina. A veces, un hermoso tímalo emerge de quién sabe dónde y, delicadamente, casi con los labios, engulle mi pez emergente como un curioso spirlin. ¡Adrenalina garantizada! Esa es la magia de la pesca y por eso me encanta.

A veces pienso: "La pesca ya no es lo que era, así que esta noche cuelgo las cañas para siempre"

Y como puedes imaginar, al atardecer de uno de estos hermosos días, en cuanto llego a casa, ¡lo único que quiero es volver a mi jardín secreto lo antes posible!

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