1 - Aguas abajo de los puentes
Aguas abajo de los puentes suele haber pozas, excavadas por la corriente. Los áspides se encontrarán en los desniveles de las pozas, por lo que conviene explorar toda la zona, ya que pueden estar colocados a lo largo de la poza y cambiar de posición de un día para otro. En este caso, hay que dar prioridad a los señuelos con babero para buscar peces en las capas más bajas del agua. Si el puente crea un escalón llano, también pueden colocarse en los remolinos provocados por éste.
2 - Aguas arriba de los puentes
La zona por encima de los puentes suele ser descuidada por muchos pescadores debido a su poca profundidad. En lo que respecta al áspid, se trata de una de sus zonas favoritas, donde la corriente se acelera y donde se le puede encontrar con regularidad. Para ser más precisos, es incluso la parte delantera de los pilares de los puentes la "zona de ataque" por excelencia.

3 - Cuellos de botella
En las zonas donde el lecho del Loira se estrecha, la corriente suele acelerarse. Este tipo de estrechamiento crea un paso obligado que las áspides utilizarán para acechar. Además, la corriente que les gusta a las áspides se encuentra allí. Este tipo de lugar puede crearse por la presencia de islas, bancos de arena o un dique. Por lo tanto, es necesario saber identificar estos corredores.

4 - Zonas rocosas sujetas a la actual
Aunque el áspid se encuentre en zonas arenosas de forma ocasional para cazar, en las zonas rocosas estará presente de forma permanente. De hecho, este tipo de zonas albergan toda la cadena alimentaria, por lo que es lógico que los depredadores, de los que el áspid forma parte, se encuentren allí.
5 - Los Invisibles
Un tronco atravesado por la corriente o una agrupación de unas cuantas rocas grandes son casos especiales que no hay que dudar en explorar porque pueden albergar algunos peces bonitos. Desde una embarcación, estos puntos son bastante fáciles de identificar. Desde la orilla, hay que estar atento a los remolinos o al agua que se ondula en la superficie, señal de que debajo se esconde un obstáculo, quizás albergando algunos áspides. Por lo general, los áspides estarán delante del obstáculo.
Aunque hay lugares en los que siempre hay peces, los áspid son peces que se mueven y es mejor cambiar de lugar varias veces al día para maximizar las posibilidades de encontrarlos que insistir en el mismo sitio.