1 - ¿Qué señuelo para qué uso?
- Varilla de flujo
La caña hundida es el señuelo por excelencia para el áspid. Se recoge lo más rápido posible, con la caña hacia abajo, sin ninguna animación. El diseño del señuelo y los movimientos de la caña asociados a la recogida rápida son más que suficientes para dar vida al señuelo. Lo más importante, por sorprendente que parezca, es la velocidad, la natación viene en segundo lugar.

- Barra de superficie
Dos animaciones son posibles con los sticks de superficie. Puedes hacer el clásico paseo del perro, que es bueno cuando los áspides están cazando. Alternativamente, si el modelo lo tolera, puedes traerlo de vuelta en forma de palo que se hunde, lo que le dará un baño desordenado.
Los jerkbait minnows son mis preferidos porque son buenos en todas las situaciones. De hecho, los modelos muy buenos pueden utilizarse en cualquier corriente sin atascarse. Los modelos suspendidos y hundidos son los preferidos para mantener un buen rendimiento a pesar de la corriente.
- Plantillas de metal
La plantilla metálica no tiene rival para llegar a zonas remotas a las que no se puede acceder de otro modo. Puede recogerse como un palangre que se hunde o de forma más suave. En este caso, tendrás que acompañar la recogida con unos golpes de caña para darle vida.
2 - El tamaño
En lo que respecta a los asp, el adagio de que señuelo grande = pez grande no es realmente aplicable. En mi opinión, para provocar peces muy grandes debes concentrarte en animaciones muy rápidas, en lugar de intentar aumentar el tamaño de los señuelos. Entre junio y mediados de agosto, debes utilizar señuelos de 6 a 10 cm. Después, hasta los primeros fríos, puedes utilizar señuelos más grandes, de 9 a 12 cm. Esto corresponde al tamaño de las presas según la estación. Para realizar el mejor ajuste, debes tomarte el tiempo de observar los bancos de alburnos u otros peces pequeños de la orilla, son una buena información sobre la presa del momento que debes imitar.
3 - El color
El color es un punto crucial en la pesca del áspid. Cambiarlo puede ser determinante para desencadenar ataques. En aguas claras, hay que favorecer los colores naturales como el blanco, el transparente, el sombrío o el ayu, colores lo más parecidos posible a los de los pequeños peces de los que se alimentan las áspides. A esto añadiría el color trucha porque sí, no sé muy bien por qué, ¡pero a las áspides les gusta este color! Para el agua tintada, es mejor optar por colores como: amarillo fluorescente, tigre mate, blanco y dorado.

4 - Armatización de los señuelos
En el caso de los áspidos, recomiendo utilizar anzuelos sencillos en los peces nadadores, especialmente los destinados a una recogida muy rápida. En este caso, el áspid suele engullir el señuelo por detrás y es difícil acceder al anzuelo de la cola. Además, aunque tenga una alimentación exclusivamente piscívora, el áspid es un ciprínido y se parece a un cacho o un sargo, por lo que sigue siendo frágil como estas especies.
5 - Sea original
Para encontrar estos señuelos u otros similares, a menudo tendrás que buscar en el departamento de pesca marítima o de truchas para encontrar cosas adaptadas a esta pesca en particular. No dudes en echar un vistazo en estos departamentos para probar cosas nuevas y marcar la diferencia en el agua.