La pesca del lucio al principio de la temporada: observar la naturaleza

© Julien Lecouple

Aún faltan algunos días para que se reanude la pesca en la 2ª categoría. Por fin puede reanudarse la búsqueda de carnívoros en agua dulce, y más concretamente de lucios. Pero, ¿qué ocurre en la naturaleza en primavera? ¿Qué información da la naturaleza al pescador?

A menudo es arriesgado, por no decir otra cosa, hacer generalizaciones, elaborar discursos llenos de certezas. Esto es especialmente cierto en el caso de la pesca. Si conociéramos sólo la mitad del comportamiento de los peces, nuestra pasión sería sin duda menos interesante. No obstante, podemos identificar tendencias, y corresponde a cada pescador adaptarse a las condiciones de pesca a las que se enfrentará.

Toda esta información que la naturaleza regala graciosamente a quienes quieren observarla y escucharla, no es necesariamente esencial para el éxito de una sesión de pesca, y cada cual es libre de "vivir" la pesca como quiera. No por no prestar atención se pierde necesariamente la apertura y, más ampliamente, la temporada de pesca. Sin embargo, para los pescadores más exigentes (entre los que me encuentro), esta observación de la naturaleza es fundamental, porque más allá de la temporada, en la pesca, la observación está por encima de todo (y no serán los pescadores a mosca quienes me contradigan...).

Fochas

La primavera es la estación que rima con el despertar de la naturaleza. Tener en cuenta lo que ocurre en la orilla, sobre y bajo el agua puede ser de gran ayuda para determinar el ángulo de ataque que queramos dar a nuestra pesca. Intentemos elaborar una lista no exhaustiva de parámetros a tener en cuenta.

Lucio SÍ Lucio perca y black bass ¡NO!

En el momento de la apertura, el lucio lleva algún tiempo desovando. Sólo nos referiremos a este pez, ya que otros carnívoros como el lucioperca, dependiendo de la situación geográfica, aún no han completado su proceso de reproducción. Lo mismo ocurre con el black bass. Tenga en cuenta que estos dos peces son especialmente vulnerables a la apertura de la pesca, porque los machos de ambas especies se han instalado en los nidos, a menudo en zonas poco profundas, y protegen ferozmente los huevos de todos los agresores potenciales, incluidos los señuelos... Lo mejor es hacer todo lo posible por dejarlos tranquilos.

Picas engendradas

Los lucios no se alimentan mucho, si es que lo hacen, durante su época de cría. Un periodo que supone un enorme esfuerzo para los peces desde el punto de vista energético. Después de este periodo (que ha terminado hace semanas), necesitan "recargarse" y reanudar las actividades de alimentación frecuentes y regulares.

El agua se calienta

Con la llegada de la primavera, la temperatura del aire aumenta gradualmente. Lo mismo ocurre con la temperatura del agua. Esta temperatura tendrá un efecto directo en el nivel de actividad de los peces, que son animales de sangre fría. Cuanto más caliente esté el agua, más rápido será el metabolismo de los peces y más frecuentemente necesitarán alimentarse. Por lo tanto, los peces son más propensos a moverse, y a distancia, para "recoger" los señuelos.

Además, con este calentamiento del agua y contrariamente al periodo invernal, los lucios se moverán más en la columna de agua y se encontrarán mucho más fácilmente apostados en la orilla o en las zonas poco profundas para encontrar una temperatura del agua más confortable. En resumen, pueden estar en todas partes dependiendo del biotopo. Depende del pescador encontrarlos

Los peces blancos están desovando

En el momento de la recuperación, la cucaracha ya ha desovado. Rotengle y cacho están en proceso de reproducción. Los lucios suelen estar en primera fila y no dudan en "golpear" tanto a los peces reproductores que se están reagrupando como a las bolas de alevines recién formadas. Esto nos deja varias posibilidades en cuanto al tipo, el tamaño y el color de los señuelos a utilizar, por ejemplo. Tenga en cuenta que las percas también se aprovechan de la situación centrándose en los alevines. Ellos mismos se convierten en el principal objetivo de los lucios.

Cría de aves acuáticas, anfibios y mamíferos

Además, muchos otros animales directamente relacionados con el medio acuático están en plena reproducción. Si los sapos ya estaban trabajando en los estanques y masas de agua desde mediados de marzo, las ranas (verdes y sonrientes, por citar sólo algunas) están en pleno apogeo. Como los retozos tienen lugar cerca de las orillas, éste es un elemento que no hay que descuidar y que justifica por sí solo una pesca de orilla... En esta época del año, los lucios están más acostumbrados a oír y ver caer al agua a sus presas potenciales, el "chapoteo" de un señuelo cerca de la orilla será más fácilmente asimilado como alimento. Todo es cuestión de condicionamiento natural.

Rana verde

También podemos hablar de aves acuáticas, como la focha común, el somormujo lavanco o la gallineta común. Las crías suelen nacer al mismo tiempo que la apertura del lucio.

Un pez carnívoro, aunque favorezca la biomasa más abundante de su entorno para alimentarse, sigue siendo muy oportunista, ya que es bastante perezoso por naturaleza. Este es otro elemento que apoya la teoría de la pesca de borde. Lo mismo ocurre con las crías de mamíferos como el coipo o la rata almizclera. Por lo tanto, ¡no hay que olvidarse de los señuelos de superficie!

Polluelos de focha en el nido

Los peces han estado descansando durante 3 meses

En efecto, no han sido solicitados desde hace varios meses, por lo que su nivel de vigilancia, directamente vinculado al condicionamiento pavloviano "señuelo = trampa", está en su punto más bajo.

Una estación en la que todo es posible

Para mí, la primavera es la estación de todas las posibilidades. Y eso sin tener en cuenta el desarrollo de las algas, ya muy avanzado en esta época. Los peces pueden estar por todas partes en la columna de agua, escondidos en los lechos de algas o al acecho en los bordes. Son activos y responden bien a una amplia gama de señuelos. Podemos utilizarlos para una pesca más o menos rápida, con señuelos pequeños y/o grandes, en aguas abiertas, en el borde, con señuelos de superficie, etc. Se ofrecen muchas posibilidades al pescador, ¡depende de él encontrar la clave del momento!

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