La barra ( Labrax dicentrarchus ) o lobo en el Mediterráneo, es un pez que puede encontrarse en la mayor parte de la costa francesa. Es un auténtico carnívoro que, al igual que el black bass, puede pescarse con diversas técnicas.
Aunque a veces se alimentan de salmonetes, les gustan especialmente las presas pequeñas y finas, como los lanzones, las anternas e incluso las anguilas. El morfo señuelo que más se asemeja a este tipo de presas es sin duda el Finess.

Cuando la delicadeza va de la mano de la variación de velocidad
El Finess puede animarse lentamente cuando los peces no están activos, lo que resulta formidable en las lubinas, siempre que lo pases de la boca y lo pierdas de vista. Cuando el Sr. Labrax está un poco más activo y alimentándose, el señuelo Finess también marcará la diferencia con los sábalos.
Aparte de las ventajas del montaje tejano fácil para buscar peces emboscados, será formidable cuando se varíen las velocidades de recogida y animación. Lo ideal es montarlo en una cabeza de darter, tejana si es necesario, y recuperarlo con la suficiente rapidez utilizando la punta de la caña, baja, para hacerlo zigzaguear como una presa que huye. Esta recuperación rápida puede hacerse durante unos diez metros antes de detenerse por completo, caña arriba, banderín fuera, dejando así que el finess baje lentamente en la capa de agua, su cola en V ondulando hasta tocar el fondo, momento de reanudar la animación rápida y así sucesivamente.

Inundaciones y pesca fluvial
Aunque es un pez marino, no es raro encontrar lubinas en los primeros kilómetros de un río, donde abunda el alimento. Luego es más fácil engañarlas tras una tormenta, cuando el río está crecido y el agua bastante tintada. En estas condiciones, no es raro que se produzcan varias capturas, siempre que se disponga del peso adecuado y se tenga cuidado con la presentación del señuelo.
En efecto, en la fuerte corriente ligada a las crecidas, lo ideal es montar tu señuelo en tejano, sobre una cabeza no demasiado pesada, y hacerlo derivar a la velocidad de la corriente, justo por encima del fondo. Tras un lance de tres cuartos río arriba y un contacto con el fondo, tendrás que lanzar con la caña hacia arriba, a la misma velocidad que la corriente, imaginando que tu señuelo pasa en los últimos cincuenta centímetros de la columna de agua. Asegúrate de mantener la caña lo más tensa posible para sentir las picadas. Cuando el señuelo llegue frente a ti, tira hacia atrás y lánzalo río arriba.

Señuelo Finess: un señuelo ideal
Uno de los posibles usos del Finess en la lubina es como señuelo, ya sea delante de un señuelo duro, un sábalo, un jig o un señuelo de superficie. Se puede montar a unos 50 cm delante de tu señuelo. La ventaja de este tipo de señuelo es que no retuerce la línea como lo haría un sábalo e imita a la perfección a un alevín perseguido por el señuelo. Las lubinas son muy sensibles a la competencia alimentaria y no es raro multiplicar los resultados con la simple adición de un señuelo. Para este aparejo, debe utilizarse un señuelo de 8-10 cm como máximo en un anzuelo de calidad, ya que no es raro que el depredador golpee el señuelo provocador y no el principal.
Como puede ver, a pesar de estar menos de moda que los sábalos, los señuelos Finess son tan versátiles como eficaces, y conociendo algunas sutilezas no es raro aumentar el número de peces golpeados en una sesión. El señuelo puede montarse y animarse de diversas maneras y marcará la diferencia cuando ningún otro señuelo acierte