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Al final del verano, tras un periodo de mareas altas en el que los fuertes vientos impidieron descubrir bien la orilla, llegó por fin un periodo más tranquilo.
Pescar en la corriente
Bueno, todavía no es verano indio, las temperaturas en la punta han bajado un poco, pero cae menos agua sobre nuestras cabezas. Las condiciones no eran malas el 25 de septiembre. Poco viento hasta mediodía, cielos despejados y un coeficiente de 80 durante toda la mañana. Así que monté mi flotador con el motor STG para pozos esteparios. La mayor parte de la pesca se iba a hacer con la corriente en el morro y la flexibilidad de este pequeño motor me permitía controlar al máximo mis derivas.
El barco zarpa hacia las 07:30. Ha llegado el otoño y los días son cada vez más cortos. Esta mañana hacía 06°C cuando entré en el agua. Adiós a los pantalones cortos, he vuelto a ponerme ropa intermedia. He sacado el neopreno largo de 2 mm y he añadido una capa por encima. El agua estaba muy tranquila y no había actividad visible en el agua. Mis dos objetivos del día eran la lubina y el calamar.
En mis últimas salidas, los cefalópodos han vuelto al puerto, anunciando el cambio de tiempo. Las dos primeras horas las dedicaré a la lubina, ya que mi punto de calamar del día está muy lejos de la zona de botadura. Así que pescaré a curricán lento. Las últimas lubinas que pesqué fueron con un pez nadador que menciono a menudo en mis informes, un 3DB Jerkbait 110 SP en Gizzard shad (GZSH), un nuevo color probado esta temporada. Las profundidades en esta plataforma del puerto son de entre 2 y 6 m a esta hora de la marea y este señuelo suspendido es ideal en estas condiciones.
Muchos peces
Y no falla, registro mi primer pez con bastante rapidez. Aunque no había actividad visible por encima del agua, por debajo de la superficie era un poco como un baile de bomberos, con gente con ganas de fiesta... En menos de dos horas, pesqué una buena docena de peces, además de unos cuantos fallos, 3/4 de los cuales estaban enmallados. Un comentario sin embargo, los peces son bastante delgados, bien proporcionados pero más bien esbeltos. En la sonda no veo ninguna bola de forraje pero son evidentemente activos.
Segundo objetivo: calamar
Tras dos horas jugando con lubinas, paso a mi segundo objetivo, el calamar. Aquí también continúo con lo que ha funcionado en las últimas salidas. Mi Kendoza Explorer Tackle 701 MH con un carrete Penn Slammer IV 3500 y un aparejo Tataki con un Aurie Q magnet SS Yozuri egi en el fondo y un Calmero ultra mini floater en la parte superior, una plomada de pera de 60 gramos completa el aparejo. Ambos jigs son de color azul, son específicos para aguas claras y, en este momento, las aguas del puerto son casi claras, he dicho casi... Aquí es donde mi versión motorizada del flotador es ideal.
La corriente de la marea es bastante fuerte, y estamos en la tercera y cuarta hora de la marea. Así que me las arreglo para mantenerme en el sitio o a la deriva ligeramente, con el objetivo de mantener la línea vertical al casco. Para este tipo de pesca, bajo al fondo y golpeo el plomo 3 o 4 veces en el fondo, lo que generalmente los atrae. No sé si los calamares son curiosos pero, en cualquier caso, la estratagema funciona.
Los calamares están ahí y en gran número. Voy a doblar varias veces, con varios calamares siguiendo a los que he buceado hasta la superficie. La otra ventaja del motor es que las orzas suben rápidamente, como se puede ver en el vídeo adjunto al final del artículo. Así que hice mi cesta con bastante rapidez y decidí emprender el regreso.
En el camino de vuelta hice unos cuantos bares más, aunque seguía sin ver actividad en el agua, lo que me lleva a pensar que el hecho de que no pase nada por encima del agua no significa que sea igual por debajo.... El viento se levanta en el camino de vuelta, y una vez que he tomado un tentempié en uno de mis lugares favoritos de la playa, dejo el agua para los amantes del planeo.
