Pescar lejos de la costa
Aunque todavía es demasiado pronto para hacer una evaluación real de esta temporada, ya que aún tiene dos meses, una cosa está clara: los peces se están alejando de la costa.
Mientras que antes era posible encontrar atunes pescando cerca de la costa, en la franja de 6 millas accesible con una licencia costera, este año los atunes estaban más confinados en mar abierto.
Numerosas salidas nos han llevado más de 50 millas náuticas para llegar a los caladeros. Este comportamiento inusual no puede explicarse por el momento. Sin embargo, cerca de la costa, la temperatura del agua es ideal y abundan los peces forrajeros.

No importa: la pasión pudo con nosotros, y eso no nos impidió seguir saliendo.
La pesca del atún: ¡una oportunidad para compartir su pasión!
Si de algo me he dado cuenta es de la solidaridad y la cordialidad que rodean a esta pesca. Mientras que en el pasado pudo haber algunos enfrentamientos, este año he notado un verdadero cambio de mentalidad y un ambiente mucho más amistoso entre los pescadores.

¿Qué puede haber más agradable que charlar con otros entusiastas que no conocíamos y compartir un momento con ellos?
Es una oportunidad para hablar de equipos y técnicas de pesca, y para disfrutar de una pasión compartida. También es una oportunidad para ayudar a los amigos cuando se encuentran con un pez testarudo que les está dando problemas.
Pesca no sólo para hombres
La pesca del atún es ciertamente física y requiere un cierto nivel de forma física.
Sin embargo, hay que decir que más allá de la artillería pesada, la técnica de combate es esencial.

Todos tenemos tendencia a querer disparar sólo con los brazos. Si haces esto, seguro que al día siguiente recordarás tu salida... ¡con la espalda dolorida!
Por mi parte, opto por la llamada sentadillas consiste en bajar el cuerpo como si hicieras una sentadilla, lo que tiene el efecto de levantar la caña sin forzarla. Al levantarme de nuevo, vuelvo a enrollar, y así sucesivamente. Este método permite que incluso los peces más pequeños luchen contra los grandes.
Este verano hemos tenido la oportunidad de embarcar en varias ocasiones a pescadoras que, como nosotros, se las ingeniaban para bucear y participar activamente en los combates.

Trabajo en equipo
Traer un atún al barco es un verdadero trabajo de equipo. El pescador que lucha, el patrón, el encargado de las pinzas... Todos ellos son papeles vitales que, si se desempeñan de forma incorrecta, pueden provocar la rotura y la pérdida del pez.

La alegría colectiva es perceptible en cuanto termina la pelea. Son momentos como estos los que nos hacen sentir tanta pasión por esta pesquería y sus peces míticos.
Una temporada que no ha terminado
Puede que las vacaciones hayan terminado, pero la temporada sigue su curso. La fecha oficial de finalización es el 14 de noviembre. Personalmente, seguiré pescando atún rojo hasta mediados de octubre, pero también haré algunas salidas para pescar lubinas.

De hecho, el final de la temporada es el momento ideal para cazar esta otra especie que impulsa mi pasión. Me aseguraré de compartir estos momentos con vosotros en otro artículo.