La cucharilla giratoria, intemporal para la pesca de la trucha

La pesca de la trucha con cucharilla a veces puede producir auténticas pepitas de oro

Para muchos pescadores de truchas, y desde su creación, la cucharilla giratoria sigue siendo EL señuelo polivalente que hay que tener en la caja de aparejos, sea cual sea el entorno

La cucharilla giratoria, un señuelo metálico nada imitativo y, sin embargo, tan eficaz, es uno de los elementos imprescindibles para la pesca de la trucha, desde el primer momento. Aquí veremos qué lo hace tan atractivo y cómo sacarle el máximo partido

Los diferentes tipos de cuchara

El principio básico de la cucharilla giratoria es muy sencillo: un eje alrededor del cual gira una hoja en forma de cuchara, de ahí su nombre cuando se recupera el señuelo. Este movimiento crea vibraciones y destellos de luz que desencadenan la agresividad de las truchas

El modelo más clásico y común es la cucharilla Mepps Aglia, que consta de un eje rígido de cuerda de piano con un lazo en la parte superior para enganchar el sedal, la pala unida al eje mediante un jinete, a continuación una perla metálica, seguida del "cuerpo" que también sirve de peso y, por último, un pequeño triple.

Dependiendo de la marca y de los distintos modelos, se pueden encontrar variaciones en la forma de la pala, que también puede ser de sauce (bastante alargada y puntiaguda) o de colorado (redonda y bastante ancha). Algunos modelos no tienen jinete ni estribo, por lo que se denominan "en línea". Como su nombre indica, la pala está perforada y se asienta directamente sobre el eje. Estos modelos tienen la ventaja de girar en cuanto entran en contacto con el agua, y suelen estar equipados con un dispositivo de enrollado donde se sujeta el sedal para evitar que se retuerza. La cucharilla en línea más conocida es la Smith AR-S.

Cada modelo está disponible en varios tamaños y pesos, desde el tamaño 00 para cucharillas diminutas diseñadas para pequeños arroyos hasta el tamaño 3 ó 4 para modelos más grandes diseñados para agitar mucha agua en grandes ríos o lagos. Por supuesto, como con todos los señuelos, hay una gran variedad de colores, desde los colores de las palas y el cuerpo hasta los puntos de las palas.

Equipo para pescar truchas con cucharilla

Los spinning son señuelos que tiran mucho de la caña y vibran mucho, por lo que la idea es elegir una caña con una acción lo suficientemente suave como para amortiguar estas vibraciones. Las cañas de fibra de vidrio o carbono con una acción moderada son ideales.

En cuanto a la longitud, todo depende del tipo de entorno. En pequeños arroyos y torrentes de montaña, que pueden ser muy caudalosos, una caña de entre 1,30 m y 1,60 m te proporcionará lances precisos a corta distancia y una maniobrabilidad ideal. En ríos pequeños y medianos, la mejor elección es una caña de entre 1,60 y 1,80 metros. Y, por último, para los grandes ríos y lagos, que suelen ser lugares despejados, una caña de entre 1m80 y 2m20 es perfectamente adecuada. La potencia varía generalmente en función de la longitud, de 0-4 g para las cañas de torrente pequeñas a 3-12 g para las cañas diseñadas para grandes ríos. Lo importante es utilizar plomos cucharilla cuyo peso esté incluido en la potencia de la caña.

En cuanto al carrete, un tamaño 1000 o 2000 en función de la potencia de la caña será perfectamente adecuado, haciendo hincapié en un modelo ligero para que la alta frecuencia de lance de este tipo de pesca no resulte agotadora. También es importante elegir un modelo con un ratio alto, para poder hacer girar la cucharilla en cuanto entre en el agua y tener un contacto permanente con ella ¡incluso con fuertes corrientes! Este carrete puede equiparse con una trenza seguida de un bajo de línea de fluorocarbono, aunque es preferible utilizar nailon para beneficiarse de una cierta elasticidad que permita picar correctamente a las truchas y desengancharlas menos.

Cómo pescar con cucharilla de spinning

En los arroyos pequeños, la cucharilla giratoria permite pescar con rapidez, dirigirse a peces rápidos y dar al pescador la oportunidad de cubrir mucho terreno, lo que suele traducirse en una serie de capturas. Dependiendo del tamaño del agujero, suelen bastar entre 1 y 3 o 4 lances. Si no se acierta, se pasa al siguiente agujero y así sucesivamente.

En un río más ancho, el planteamiento suele ser diferente, con una mayor diversidad de puntos y profundidades, con corrientes alternas, contracorrientes, calmas menos profundas o más profundas y rápidos. Al final de las calmas, a veces hay peces esperando para alimentarse, por lo que un lance perpendicular a la dirección de la corriente con una recogida lenta es ideal para provocar a estos peces.

En los pozos tranquilos también se puede hacer una recuperación bastante lenta, variando la profundidad a medida que se lanza para barrer las diferentes capas de agua. Por último, en la entrada de los pozos, donde entra la corriente, el lance perfecto consiste en lanzar a ras de la corriente, ¾ de la misma río arriba, y hacer una recogida más rápida que la corriente, cruzándola, caña abajo, ¡los peces activos en la vena de agua se agarrarán entonces violentamente a esta cucharilla que pasa como a una presa que corre peligro de escapárseles!

Cuando se pesca en lagos, ya sean de montaña o embalses, los primeros lances deben realizarse a lo largo de las orillas, de forma más bien discreta, para desencadenar cualquier trucha activa en los bordes. Después, la idea es barrer tantas capas de agua como sea posible, dejando que la cucharilla se hunda más o menos al principio de cada lance. El uso de cucharillas bastante pesadas es una verdadera ventaja en términos de distancia y profundidad. Las cucharillas con palas grandes facilitan que las truchas las identifiquen a bastante distancia, lo que no es insignificante en entornos grandes como los lagos.

Más artículos sobre el tema