Cómo detectar truchas Conocer los lugares adecuados

Una observación táctica, un planteamiento bien pensado, ¡y ya está! © Emilien Feron

No siempre es fácil "sentir el agua" o detectar dónde es probable que haya truchas en un río. Hay una serie de elementos que pueden ayudar a los pescadores a identificar los mejores lugares: orillas, pozas, rocas y zonas de vegetación sumergida proporcionan pistas valiosas. A continuación repasamos estos elementos y el enfoque que hay que adoptar.

Las orillas del río

Las orillas de los ríos son, evidentemente, zonas esenciales para la pesca de la trucha. Contienen escondrijos naturales formados por raíces de árboles, arbustos y otra vegetación, y a menudo están ahuecados por la corriente. Verdadera despensa para las truchas, estas zonas también son ricas en insectos e invertebrados acuáticos, así como en pequeños peces que se refugian allí de la fuerte corriente.

Es importante ser discreto durante la prospección, ya que las truchas pueden estar muy cerca de la orilla. El paso del pescador debe ser aún más ligero de lo habitual para no espantar a los peces apostados. Para una mejor presentación del cebo o señuelo, es aconsejable colocarlo aguas arriba de la zona de pesca, de modo que la corriente lo arrastre suavemente hacia las truchas. Un buen par de gafas polarizadas también será ideal para este tipo de pesca.

Los pozos

Las pozas son zonas profundas con una corriente más tranquila donde las truchas se refugian principalmente para descansar. Estas zonas suelen estar habitadas por peces grandes, sobre todo al principio de la temporada. Los peces se esconden en el fondo y pueden ser inducidos a cazar si el pescador va tras ellos con aparejos más pesados, como swimbaits que se hunden o cebos naturales que se trabajan en el fondo. La entrada y la salida de la poza son zonas estratégicas para la prospección, ya que las truchas oportunistas suelen situarse allí para aprovechar el alimento que arrastra la corriente. La temperatura del agua es más estable en estas zonas más profundas, lo que suele atraer a las truchas cuando hace calor.

Une belle fosse où le courant se calme cache certainement un beau spécimen.
Un hermoso pozo donde la corriente es tranquila esconde sin duda un buen ejemplar.

Rocas y obstáculos

Rocas, troncos de árboles y otros obstáculos son escondites ideales. Estos elementos perturban la corriente, creando zonas lentas donde los peces pueden esconderse y esperar a que pase la comida. En verano, las truchas suelen desplazarse a estas zonas para aprovechar la mayor oxigenación generada por el agua que fluye alrededor de los obstáculos. Las truchas suelen encontrarse bajo las rocas o en los remolinos cercanos. Es aconsejable empezar a prospectar las zonas alrededor de estos obstáculos antes de concentrarse en zonas más profundas.

Une approche vers l'amont dans une zone propice, attention, la touche arrive !
Una aproximación río arriba en una zona favorable, ¡cuidado, que viene el toque!

Cascadas

Las cascadas ofrecen condiciones ideales para la trucha, con agua bien oxigenada y gran cantidad de insectos ahuyentados por las potentes corrientes. Detrás de la cortina de agua formada por la cascada, las cavidades pueden albergar peces. El agua muy oxigenada es especialmente atractiva para las truchas en verano, cuando la temperatura del agua es más alta. Cuando se pesca cerca de una cascada, es aconsejable explorar las corrientes periféricas y la parte tranquila de la cuenca. Estas zonas suelen ser frecuentadas por las truchas al principio de la temporada, pero también después de una crecida, cuando se refugian en zonas menos alteradas.

Une cascade apporte oxygène et cachette idéale pour une truite.
Una cascada proporciona oxígeno y un escondite ideal para las truchas.

Vegetación sumergida

Las zonas de vegetación sumergida, como los lechos de hierba, son refugios perfectos para las truchas. Encuentran pequeñas presas y pueden observar su entorno mientras están protegidas. La corriente suele ser más lenta, lo que permite a los peces alimentarse sin demasiado esfuerzo. Estas zonas son especialmente atractivas en primavera y verano, cuando abundan los insectos acuáticos y proporcionan a los salmónidos cobertura frente a los depredadores.

Durante la prospección, es esencial utilizar aparejos adecuados para evitar quedarse atascado en la vegetación. Un señuelo con anzuelo tejano te ayudará a sortear estas zonas difíciles.

De nombreux postes de choix s'offrent au pêcheur qui saura observer.
Los aficionados a la pesca pueden elegir entre numerosos lugares.

Corrientes y remolinos

Las corrientes rápidas y los remolinos son lugares privilegiados para pescar en verano, ya que están bien oxigenados y son ricos en alimento. Al final del invierno o en primavera, estas zonas también pueden albergar truchas, sobre todo cuando encuentran un obstáculo sumergido. A menudo, las truchas se colocan detrás del obstáculo, a contracorriente, justo en el borde de la corriente más fuerte, para limitar el gasto de energía nadando sin dejar de tener visibilidad de la despensa, que puede ser difícil de localizar.

Es importante prestar atención a la dirección de la corriente y a los remolinos que se forman, ya que las truchas pueden posicionarse en estas zonas, que a veces parecen inaccesibles. En verano, cuando suben las temperaturas, las truchas suelen buscar estos remolinos para reponer fuerzas, por lo que es esencial tener en cuenta la oxigenación del agua, ya que estas zonas aportan oxígeno y atraen a los peces.

Une jolie zone de remous où la nourriture tourbillonne et où les truites sont à l'affût.
Una encantadora zona de remolinos donde la comida se arremolina y las truchas están al acecho.

Agua turbia o encharcada

Las aguas picadas o ligeramente crecidas pueden ser condiciones ideales para encontrar truchas más cautelosas. Con una visibilidad reducida, los peces se sienten más seguros y pueden mostrarse más activos. Las truchas suelen aprovechar la abundancia de comida que arrastra la corriente para alimentarse. Sin embargo, se necesitará un aparejo más pesado para mantener la corriente y provocar picadas.

En aguas turbias, observar la superficie del agua puede proporcionar pistas. Las pequeñas olas indican un fondo poco profundo, mientras que el agua en calma puede indicar una gran profundidad.

La beauté de ces poissons, quelle que soit la taille, sera la récompense du pêcheur.
La belleza de estos peces, sea cual sea su tamaño, será la recompensa del pescador.

Para avistar truchas, el pescador debe observar atentamente su entorno y utilizar el sentido común para cotejar lo que ve con los conocimientos biológicos de la trucha que está acechando. Cada elemento, ya sean orillas, pozas, rocas o corrientes, ofrece pistas sobre los mejores lugares para la prospección. La clave está en la discreción y la capacidad de adaptar las técnicas de pesca a las condiciones del río, como la temperatura, la oxigenación del agua y la época del año.

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