3 tipos de lugares para la pesca lineal del lucioperca desde la orilla

© Antonin Perrotte-Duclos

Para pescar luciopercas desde la orilla, es importante saber qué zonas son las más adecuadas para esta técnica. Algunas zonas son más fáciles de pescar, mientras que otras son más ricas en peces.

Pedregales y laderas escarpadas

Les éboulis rocheux et pentes fortes
Pedregales y laderas escarpadas

En una masa de agua, una pendiente pronunciada suele ser sinónimo de presencia de rocas. Este tipo de zona no es nada fácil de pescar desde la orilla, ya que existe el riesgo de que se produzcan frecuentes enganches al prospectar la zona. Sin embargo, es la forma más rápida de determinar la profundidad a la que están activas las luciopercas, ya que se pueden pescar varias profundidades distintas en poco tiempo.

Le aconsejo encarecidamente que no se detenga en este tipo de zona si no quiere perder la mitad de su caja de señuelos en pocas horas. Aun así, es importante que pruebes este tipo de lugar si no has obtenido resultados en otros sitios o si estás intentando determinar una profundidad de pesca a la que dirigirte durante el resto de la sesión.

Pendientes suaves

Generalmente mucho más fáciles de abordar, las pendientes suaves son buenas zonas para practicar más serenamente sin miedo a perder los señuelos. Este tipo de zona es especialmente buena para la lucioperca cuando el fondo está formado por pequeñas piedras y grava. En los lagos, las pendientes suaves son fáciles de encontrar y proporcionan un suministro constante de picadas. A partir de ahí, le tocará a usted decidir qué peso y tipo de señuelo utilizar para capturar el mayor número posible de peces.

Al amanecer y al atardecer, no hay que pasar por alto las pendientes suaves, ya que las luciopercas cazarán allí durante toda la noche. Ciertas variantes de una pendiente suave fijarán a los peces, como un montón de piedras, un muro bajo o un pequeño herbario.

Explorez les pentes douces
Explore las suaves pendientes

Herbarios

Los lechos de hierba son a la vez un refugio y una zona de caza para las luciopercas. La luz penetra mucho menos, lo que permite a las luciopercas estar tranquilas todo el día con sus sensibles ojos. Hay dos tipos diferentes de lechos de hierba marina: los que crecen verticalmente, elevándose hacia el sol, y los que crecen horizontalmente. Aunque los lechos de hierba verticales son casi imposibles de pescar en su núcleo sin que el señuelo se cargue de algas, los bordes exteriores e interiores están muy bien poblados de peces. Los lechos de hierba que cubren el fondo, en cambio, requieren más habilidad técnica para ser eficaces.

A las luciopercas no les gusta nada un señuelo cubierto de algas y tocar el fondo en este tipo de maleza suele ser sinónimo de lance perdido. El objetivo será encontrar el peso perfecto del señuelo, adaptado a la velocidad necesaria para desencadenar los ataques, sin llegar a tocar el fondo.

Más artículos sobre el tema