Velocidad del viento
El viento es un fenómeno meteorológico que se encuentra a menudo a orillas del agua. Dependiendo de su velocidad, el viento crea condiciones favorables o desfavorables para la pesca.
La velocidad del viento es probablemente el factor más importante, ya que dicta si el mar es transitable o no. Un viento muy fuerte crea grandes olas y puede hacer peligrosa una salida de pesca.
Desde la orilla, la velocidad del viento puede impedirnos situarnos frente a él y limitar inevitablemente los spots. Sin embargo, podemos aprovecharlo colocándonos de espaldas a él para aumentar nuestras distancias de lance.
En un barco, incluso en una zona sin olas, la embarcación derivará a gran velocidad y limitará nuestras posibilidades de pesca. Un viento fuerte que crea movimientos de agua también induce la presencia de una corriente. Esta corriente puede permanecer unos días después de que el viento se haya calmado.

Viento frío y pesca
Los vientos suelen tener nombres que los caracterizan y nos permiten identificarlos. Por ejemplo, yo mencionaría el mistral, un viento del sureste de Francia.
El mistral es un viento que sopla principalmente del noroeste, frío y muy violento. Es un viento que sopla en el valle del Ródano y arrastra inevitablemente las temperaturas frescas de la altitud. Cuando sopla el mistral, la temperatura del agua desciende y la superficie se agita fuertemente. Estos dos fenómenos permiten una mejor disolución del oxígeno en el agua. Por lo tanto, un mistral de verano será muy interesante para pescar porque el agua caliente y poco oxigenada se renovará. Todos los peces necesitan oxígeno y estarán encantados de acercarse a la superficie en una situación así.
Por otro lado, un Mistral invernal enfriará aún más un agua ya de por sí fría y hará que los peces se hundan en la capa de agua. Por eso es importante comprender los efectos de un viento según la estación.

Viento cálido y pesca
A diferencia del mistral, el siroco es un ejemplo de viento procedente del Sáhara y, por tanto, muy cálido. El siroco suele soplar desde el sur-sureste y trae consigo la temperatura y el polvo del mayor desierto cálido del mundo.
Un viento cálido tiene el efecto contrario a un viento frío. Un viento cálido, aunque agita la superficie del agua, no baja la temperatura del agua y, por tanto, es menos probable que se disuelva el oxígeno. En la temporada de verano, los peces huyen de la superficie cuando se produce un viento cálido. La termoclina puede entonces descender varios metros de profundidad y hacer que los peces cambien su comportamiento.
En general, un viento marino empujará a los peces hacia la orilla debido a las corrientes que crea. Este fenómeno es importante porque nos permite pesca de especies pelágicas cerca de la costa, de los que un ejemplo es el lampuga se trata de un pez exótico que prospera en aguas muy cálidas. Los peces forrajeros también se verán empujados a zonas poco profundas y todos los depredadores aprovecharán para alimentarse en abundancia.