Los efectos del afloramiento en el Mediterráneo
Descenso repentino de la temperatura del agua en la costaâeuros¯: el mar puede perder de 4 a 10âeuros¯Â°C en unas decenas de horas en determinadas playas (por ejemplo, en La Ciotat, el agua puede bajar de 28 a 13âeuros¯Â°C tras un episodio de mistral).
Riqueza ecológicaâeuros¯: las aguas profundas llevadas a la superficie están cargadas de nutrientes (nitratos, fosfatos), lo que estimula el desarrollo del fitoplancton y, como consecuencia, la abundancia de peces, crustáceos y toda la cadena alimentaria.
Fenómeno temporal: suele durar de unas horas a unos días, y se produce principalmente entre las Bouches-du-Rhône, el oeste del Var y el golfo de León, cuando soplan los vientos continentales durante varios días seguidos.
Impacto en la pescaâeuros¯: este cambio repentino sorprende en verano, dificultando a veces la pesca. Especies como la barracuda y los tassergals, que normalmente pueden pescarse en la superficie, descenderán a una capa de agua más cálida. Por regla general, los peces son menos propensos a alimentarse durante estos periodos.

Resumen del mecanismo
Viento en tierraâeuros¯ â agua superficial empujada hacia el marâeuros¯ â afloramiento de agua fría profunda para llenar el vacíoâeuros¯ â enfriamiento neto y llegada de nutrientes.
Aunque el fenómeno de afloramiento es menos marcado que en el Atlántico o frente a las costas de África, desempeña sin embargo un papel importante en el funcionamiento ecológico del litoral mediterráneo y en la resistencia de sus ecosistemas al calentamiento global.
El fenómeno del afloramiento en el Mediterráneo tiene importantes efectos sobre la pesca y el ecosistema marino, debido al afloramiento de aguas profundas, frías y ricas en nutrientes, que favorecen la productividad biológica.
Efectos directos en el ecosistema marino
La repentina afluencia de nutrientes provoca una explosión de fitoplancton en la superficie, que constituye la base de la cadena alimentaria marina. Esto estimula el crecimiento del zooplancton, los peces pequeños (anchoas, sardinas, caballas) y sus depredadores (atún, mamíferos marinos, aves).
Esta rápida fertilización aumenta la biomasa y la diversidad en estas zonas durante el episodio de afloramiento.
A largo plazo, el afloramiento contribuye a mantener un ecosistema productivo y resistente, aunque en el Mediterráneo el fenómeno siga siendo ocasional y localizado (sobre todo en la costa occidental durante los vientos continentales violentos).

Consecuencias para la pesca
Los periodos de afloramiento coinciden con periodos de gran abundancia de peces forrajeros, lo que favorece la pesca pelágica.
Los rendimientos pesqueros son superiores a la media, y la pesca de ciertos peces pelágicos (sardinas, anchoas) es especialmente rentable, ya que estas especies sirven luego de alimento a los grandes depredadores.
Sin embargo, esta abundancia es temporal; fuera de la fase de afloramiento, será más difícil encontrar peces pelágicos cerca de las costas cuando la temperatura del agua aumente considerablemente en verano.
Riesgos o desequilibrios
Si los aportes de nutrientes son demasiado excesivos, existe el riesgo de eutrofización y desoxigenación del agua cerca del fondo, lo que puede tener un efecto perjudicial sobre la fauna bentónica.