Pez roca
Durante la temporada de verano, la pesca del pez roca está en pleno apogeo. Fácil y divertida, la pesca del pez de roca puede realizarse desde la orilla, desde una embarcación o un kayak, utilizando tanto cebos como pequeños señuelos blandos armados con una cabeza de plomo.
Los peces luna y los mirlos son las especies más fáciles de pescar por su densidad y voracidad. Los aparejos más básicos bastarán para capturar estos peces. Gusanos, pequeños trozos de gamba o marisco atraerán sin duda a estos bonitos peces mediterráneos.

La gran familia de los lábridos se unirá al festín en cuanto los aparejos sean más finos y el tamaño del anzuelo se adapte a sus pequeñas bocas. El crenilabra mediterráneo, el crenilabra pavo real y el crenilabra ocelote habitan en zonas rocosas y praderas de posidonia.
Sparids
La gran familia de los espáridos incluye diversas especies, como el sars, el besugo, el saupe y el oblade. En verano, será más fácil pescar peces desprevenidos como el sauper o el oblade. Estas dos especies frecuentan playas arenosas o costas rocosas sin miedo a los bañistas.
Por el contrario, los saupes y oblades vienen a alimentarse cerca de los barcos fondeados de los diversos alimentos arrojados por la borda. Esta es la ocasión perfecta para pescar pan en las inmediaciones para disfrutar de una gran pesca. Aunque estos peces son muy oportunistas, hay que procurar pescar con aparejos ligeros y sencillos para atraer al mayor número posible de peces.

Pelágicos
Cuando se navega cerca de la costa, no es raro ver algunos grandes peces pelágicos cazando en pleno verano. Caballas, gallinetas, pelámidos y bonitos salen regularmente a la caza al amanecer y al atardecer. Es un buen momento para sacar los señuelos para lanzar o curricanear.
Y puede que incluso tenga la suerte de avistar el atún rojo que ahora está presente todo el año en la costa mediterránea.

La pesca veraniega en el Mediterráneo sigue siendo un buen momento para divertirse y capturar una gran variedad de peces.