Pesca diurna de la sepia, adaptando su técnica al comportamiento

© Antonin Perrotte-Duclos

La sepia es uno de los cefalópodos considerados nocturnos. Sin embargo, es posible pescarlas durante el día, adaptando nuestra técnica. Para ello, es importante conocer algunos aspectos.

La sepia, un depredador vulnerable

Un mimétisme incroyable
Mimetismo increíble

Como todos los cefalópodos de nuestras aguas, la sepia es una presa muy apreciada por los peces depredadores. Ya sea en zonas arenosas o rocosas, nunca está a salvo de ser devorada. Peces como el denti, el lucio, el pez lobo y el congrio son muy aficionados a las sepias. Afortunadamente, la sepia tiene tres mecanismos de defensa.

La primera es su chorro de tinta, que no es muy importante para nuestra pesca, pero del que debemos cuidarnos si no queremos que nos pinten de pies a cabeza. En segundo lugar, su capacidad para enterrarse en un fondo blando, como la arena o el barro. Esto le permite protegerse de los depredadores y evitar ser visto por sus presas. Por último, su piel increíblemente mimética es su principal baza de caza y defensa, ya que es capaz de desaparecer en un instante a los ojos de un pez.

Provocar una reacción

Cuando el sol está alto en el cielo, es cuando la sepia es más vulnerable. Su vientre blanco la obliga a pegarse al fondo para evitar ser vista. Estará al acecho bajo una roca o enterrada en la arena o el fango. Para que quiera agarrar nuestro jig, tendremos que pasar cerca.

Para ello, el uso de jigs muy lastrados, sobre todo en zonas arenosas y fangosas donde el fondo no se pega, le permite mantenerse lo más cerca posible del fondo entre cada animación. También puedes utilizar un jig flotante en un aparejo de jigging con plomo. Así, el jig podrá pasar unos centímetros por encima del fondo sin riesgo de engancharse.

La pesca diurna es principalmente una pesca de prospección, ya que las sepias se mueven muy poco. Por lo tanto, hay que intentar cubrir el mayor terreno posible para pasar por delante de una sepia que esté esperando una oportunidad para pasar por delante de ella.

Elección de la plantilla

Choisir la bonne turlutte
Elegir la plantilla adecuada

Las sepias utilizan la vista para detectar a sus presas. Sus ojos están muy desarrollados y son especialmente sensibles al contraste. Durante el día, una sepia puede ver tu jig a más de 10 metros de distancia si el agua es lo bastante clara y tu jig tiene contraste.

Para que un jig destaque en una zona arenosa, deben utilizarse colores que tiendan hacia el verde oscuro, el morado o el marrón. Por el contrario, en un fondo oscuro fangoso o rocoso, el blanco es sin duda el color más eficaz.

No dude en utilizar jigs con un revestimiento o un añadido de abulón que refleje la luz del sol. Evite especialmente utilizar un jig muy claro en un día soleado, o un jig muy oscuro en un día nublado. El uso de jigs que brillan en la oscuridad y de jigs con abalorios no es obligatorio, pero puede marcar la diferencia a la hora de decidirse por la sepia más apática.

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