Luminosidad
Son muchos los factores que influyen en la luminosidad y, en el transcurso de una jornada de pesca, no hay que dudar en cambiar a menudo de color, aunque sólo sea unos instantes, para explorar un lugar a la sombra o durante los momentos nublados. La posición del sol y si el tiempo está nublado o soleado son factores que influirán directamente en el color del señuelo y en su aspecto bajo el agua, es decir, en la luz que emite. Por lo tanto, asegúrate de utilizar un color de señuelo que se adapte a la zona en la que pescas y a la hora del día, y no te fíes únicamente del color del agua.

Como norma general, los señuelos fluorescentes u oscuros deben utilizarse para aguas tintadas y los colores claros y naturales para aguas claras. Esta primera eliminación es muy correcta, pero por ejemplo, para pescar en aguas translúcidas, a lo largo de un muelle a la sombra o por la mañana muy temprano, preferiría llevar un señuelo fluorescente o chartreuse, algo que reflejará la débil intensidad del sol. En este ejemplo, es la luminosidad lo que tengo en cuenta, antes que el color del agua.

¿Qué colores elegir?
Aquí tienes una sugerencia sobre los colores de los señuelos que debes utilizar en función de las condiciones:
- Agua tintada + poca luz = chartreuse, negro, caqui, marrón
- Agua tintada + alta luminosidad = chartreuse, blanco, naranja, negro, caqui, marrón
- Agua clara + poca luz = chartreuse, blanco, natural
- Agua clara + alto brillo = blanco, natural, transparente
No correr riesgos
Para la lucioperca, el blanco y el amarillo chartreuse siguen siendo la apuesta segura, sea cual sea el color del agua o la hora del día, por lo que puede pescar con confianza con estos colores. Son colores habituales que siempre atrapan peces, aunque otros colores puedan resultar superiores en determinados momentos.