Pesca de la lubina raspada, ¡cerca de las rocas con señuelos deslizantes!

La pesca de arrastre se practica en fondos rocosos © Guillaume Fourrier

Las lubinas se buscan en las rocas utilizando pequeños señuelos blandos que se trabajan cerca de las grietas rocosas, aunque ello suponga engancharse de vez en cuando. Una pesca táctil y eficaz.

¿Por qué arriesgarse en las rocas?

Las lubinas pican a veces en aguas abiertas cuando están cazando peces. Entonces son activas en la superficie o a media altura. Pero en general buscan su alimento cotidiano: los crustáceos. Siempre hay cangrejos y gambas digiriendo en el estómago de una lubina. Estas delicias las recogen las lubinas en el corazón de las rocas, en las grietas rocosas. Nunca es un error técnico buscar lubinas en el fondo. Siempre hay algunos ejemplares al acecho en el fondo. A continuación, nos acercamos a los fondos rocosos con nuestros señuelos blandos para atraer la atención de las lubinas. Los señuelos raspan regularmente las rocas, de ahí el nombre de "pesca de raspado".

Le poids de la tête plombée est déterminant.
El peso de la cabeza del jig es crucial.

El peso de la cabeza del jig es decisivo

Es fácil golpear las rocas. Basta con utilizar una cabeza de plomo grande, que caerá rápidamente al fondo. Un error Al igual que ocurre con los ingredientes de una receta, el peso de la cabeza del jig es importante y debe elegirse con cuidado. El señuelo debe ser lo más ligero posible para deslizarse hacia abajo. Para asemejarse a la acción natatoria de un pez o una gamba natural, tiene que estar suspendido cerca de la densidad neutra. A eso hay que acercarse. Si quieres que el señuelo se hunda pero siga planeando, empieza con una cabeza de 1 gramo por metro de profundidad para una babosa o una anguila (lanzón) y de 1,5 g por metro para un sábalo, cuya cola vibrante ralentiza el descenso y reduce la sensación.

La tête plombée permet de faire descendre le leurre avec du planant.
La cabeza de plomo permite que el señuelo se deslice hacia abajo.

Sentir el descenso del señuelo

Es fundamental controlar el descenso del señuelo. Cuando el peso de la cabeza de plomo es ligero y resulta difícil sentir el descenso del señuelo, coloque la trenza del carrete en el hueco de la base de los dedos índice y corazón. Esta zona sensible permite que el trenzado gire sin ralentizar el señuelo, al tiempo que mantiene un poco de tensión en el sedal. Esta tensión permite alertarte en cuanto el sedal se detiene y deja de hacer cosquillas en la base de los dedos. El descenso se detiene cuando el señuelo llega al fondo o cuando una lubina ataca. Las lubinas no muerden a sus presas, las succionan y engullen. Por ello, las picadas son sutiles al tacto y deben engancharse para evitar que la lubina escupa el señuelo.

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