1 - Variar los puntos
Cuando se pesca el siluro con señuelos, es mejor cubrir la zona lo más rápidamente posible dirigiéndose a cada punto estratégico en lugar de permanecer durante horas en el mismo lugar. Si después de esta exploración no ha aparecido ningún pez, es mejor cambiar de lugar y probar suerte en otro sitio en lugar de insistir con el efecto perjudicial de educar a los siluros. Esta estrategia es más difícil de poner en práctica cuando se exploran nuevas zonas, se necesita tiempo para comprender el fondo y el comportamiento de los peces. Tras este proceso de aprendizaje y cuando se conocen bien los sectores, no es raro capturar un pez desde el primer lance.
2 - Horarios variables
La mayoría de los pescadores que buscan siluros frecuentan el borde del agua por la mañana y por la noche. En efecto, son buenos momentos para rastrear a este pez, pero nada impide probar suerte por la tarde, cuando no hay nadie. En lugares con cierta presión de pesca, he observado que los grandes siluros se capturan más bien en horas "no tradicionales".

3 - Disfrute del tiempo
Un día lluvioso o una media tarde nublada es un buen momento para ir a la orilla del agua. Aunque estos momentos sean breves, merece la pena aprovecharlos, ya que los siluros pueden volverse activos durante un breve periodo de tiempo.
4 - Conformarse con un pez
Independientemente del tamaño del pez capturado, siempre considero la captura de un siluro un gran momento y disfruto del placer de observar un pez de tamaño impresionante. Creo, sin duda, que luchar contra un pez pone en alerta a otros individuos, que establecerán la conexión entre un señuelo que pasa decenas de veces por encima de sus cabezas y el consiguiente peligro. Aunque puede ser decepcionante si se captura un pez pequeño, yo me lo tomo como un juego y prefiero saber que el lugar será productivo todo el año, en lugar de "apalearlo" y que se acabe a los 2 días.

Por último, simplemente nos permite disfrutar de cada pez y de lo que la naturaleza nos ofrece.