Una batalla en dos fases
Mi estrategia para luchar contra un siluro desde la orilla es la siguiente. Una vez que el pez está enganchado, intentará ir río arriba, seguramente por instinto porque todos lo hacen. Así que dejo que el pez intente nadar río arriba, freno bien el carrete pero no del todo. Quiero que el siluro se agote dejando que tome un poco de línea con dificultad. Intento acercarlo a mí si es posible pero, sobre todo, dejo que lo haga para que no me agote antes de la segunda fase de la lucha, que es mucho más intensa.
En algún momento, el siluro dará la vuelta y se dirigirá río abajo, éste es el momento crítico en el que se decide todo. A menudo es difícil seguir lejos al pez debido a la aglomeración de las orillas. El principio consiste en "bloquear" el carrete para que el pez, combinado con la fuerza de la corriente, haga un arco y se vea arrastrado hacia la orilla, donde puedo cogerlo con la mano. Esta segunda fase es muy crítica para el aparejo, de ahí la necesidad de que sea proporcionado. Si el pez se adentra demasiado en la corriente y se aleja más de lo que puedes seguirlo, la partida puede acabarse rápidamente, ya que no se moverá río arriba mientras sienta presión sobre él.
Una segunda oportunidad
Si el siluro se hunde más de lo que puedes llegar, la solución, en lugar de romper, es abrir el recogedor del carrete y ver qué hace el pez. Por suerte, si no siente resistencia, puede que empiece a nadar de vuelta hacia ti. Así que no pierdes nada probando este truco y dejando que el pez suba todo lo posible para "luchar" con él una segunda vez.
