La ventaja de las plantillas
El uso de jigs tiene tres grandes ventajas que no encontrarás en ningún otro señuelo:
- Lanza a distancias inigualables para el mismo tamaño y peso, lo que a veces es un criterio de elección para los pescadores de orilla.
- Es denso y, por tanto, fluye muy rápidamente.
- Para un mismo peso, permite presentar una presa más pequeña.

Elegir el perfil adecuado
Una plantilla puede parecer una simple pieza de metal, pero su diseño es en realidad mucho más sutil. Su perfil, es decir, su anchura y longitud para un peso dado, pero también la posición de su centro de gravedad, su punto de enganche y la forma de sus caras, que pueden ser planas, curvas o abombadas, determinan su comportamiento en el agua. Así, pueden aletear y planear en mayor o menor medida, descender más rápidamente, ondular en la recuperación, etc... Por eso, en función del uso que quieras darle, es fundamental elegir el perfil adecuado.

Horizontal bajo la superficie
El primer uso de un jig, en particular los desarrollados como jigs de lance, es para una recuperación más o menos rápida bajo la superficie.
Después de lanzar, por ejemplo, tras una persecución, inicie la recuperación en cuanto toque la superficie y ejecute una serie de sacudidas combinadas con una recuperación lineal del carrete. El jig empezará entonces a nadar de forma errática emitiendo un gran número de destellos de luz, como un pececillo a la carrera.
Por supuesto, puedes optimizar tus posibilidades de pescar alternando velocidades y pausas.

Diagonal, de tracción o lineal
La segunda forma de manejar un jig es lanzarlo y dejar que llegue al fondo. Una vez en el fondo, puedes iniciar una recogida lineal en el carrete en diagonal a través de la columna de agua, sobre todo con jigs que ondulan sobre sí mismos como el Ragot Herring o el Fiiish Hypnocast.
La segunda alternativa es una animación de tirón que consiste en tirones largos seguidos de sueltas. En este caso, es importante aflojar ligeramente la banderola para no restringir la plantilla durante la fase de descenso y permitir que ondee.

Vertical, contoneo o elevación
Por último, un jig puede simplemente animarse verticalmente sobre el barco o un rompeolas, por ejemplo.
La forma más fácil de hacerlo es pasear el señuelo por el fondo o subirlo gradualmente por el agua alternando una serie de tirones secos (como un ligero zapateado) y sueltas con el estandarte relajado.
La segunda opción es una animación de elevación, es decir, una animación de carrete, que consiste en un retroceso lineal, pero en el plano vertical. ¡Este tipo de animación es especialmente eficaz para la localización!