Casi todos los años, con las fuertes lluvias otoñales, los ríos salen de sus cauces, a veces muy rápidamente y con gran amplitud. La fisonomía de nuestros lugares de pesca favoritos ha cambiado totalmente y muchos pescadores se encuentran confundidos y ya no saben cómo acercarse a sus ríos favoritos. Sin embargo, para aquellos que entienden dónde y cómo encontrar los peces en estas condiciones, hay que hacer una pesca muy agradable y con especímenes muy grandes en la clave.

Menos plazas disponibles
A medida que las lluvias se intensifican y los afluentes se hinchan, el flujo de nuestros ríos aumenta exponencialmente. Si la fuerza de la corriente nos impide pescar, también lo hace inconveniente para todos los peces, independientemente de su tamaño. Tanto es así que también se ven obligados a abandonar sus puestos de retención habituales porque gastarían demasiada energía. Así, si con la subida del nivel del agua se crean nuevos puntos de retención, son sin embargo menos numerosos que de costumbre y los peces se ven obligados a reunirse y "cohabitar" en los lugares más protegidos. Por lo tanto, en estas condiciones, la variedad de estaciones a explotar es mucho menor que la habitual y con una mayor concentración de peces, lo que hace que la pesca sea algo más fácil.

Más manchas identificables
Durante las inundaciones, el principal criterio que debe tenerse en cuenta para identificar posibles áreas para la retención de depredadores es el confort que proporcionan a sus habitantes. Si los peces obviamente buscan seguir alimentándose, buscan sobre todo protegerse de la corriente y en esta perspectiva, los puntos a pescar son fácilmente identificables porque todos ellos son zonas protegidas de la corriente principal, cualquiera que sea su tamaño
Las manchas cerca del borde
Por lo general, las zonas de retención están distribuidas entre las orillas y el lecho del río y no siempre son explotables o accesibles para los pescadores a bordo; en aguas altas, por el contrario, la mayoría de los puntos están situados lo más cerca posible de la orilla y son fácilmente accesibles para el pescador itinerante. Estas condiciones facilitan el acceso a lugares fácilmente identificables con concentraciones potencialmente grandes de depredadores.

Menor brillo
Durante las inundaciones, si el flujo del río aumenta, sus aguas también se descoloran muy rápidamente. Sus aguas cargadas tienen el efecto de reducir considerablemente la luminosidad del entorno y la visibilidad. Este parámetro es una ventaja importante para la pesca de la lucioperca porque, por una parte, es menos desconfiada que en aguas claras, pero también porque caza a muy poca profundidad (a veces menos de 50 cm), lo que normalmente sólo es posible al final del día.

Peces grandes al alcance de la caña
Bajo estas condiciones extremas, los grandes especímenes reaccionan de la misma manera que los pequeños. Por lo tanto, aunque suele ser difícil localizarlos y atraerlos, durante las inundaciones colonizan los puntos de los bordes, especialmente los mejores, y son mucho menos cautelosos.
Si alguna vez hay un momento en el que un registro, especialmente para la lucioperca, está al alcance, es durante las inundaciones...