Mesetas rocosas
La jument, Basse An Ero, les Bluiniers, les Pourceaux y Basse Perennes son nombres bien conocidos por quienes recorren el archipiélago en busca de lubinas.
Estos lugares son de visita obligada para los aficionados a la pesca de altura. Son grandes mesetas rocosas que suelen estar expuestas a la corriente y, por tanto, pueden albergar matas de lubinas si hay alimentación, o al menos peces apostados. Pero estas mesetas no son los únicos puntos de alta mar y hay muchas cabezas de roca aisladas en medio de la arena. Estas cabezas de roca actúan como oasis e inevitablemente concentran vida. De hecho, ¡a menudo se pueden ver algunas detecciones de sonar impresionantes! Aquí es donde puede capturar su pez récord...

Pesca de altura
En estos lugares, es imprescindible dominar la pesca de altura, que requiere práctica y no se improvisa. Es bastante habitual ir a buscar lubinas a profundidades de 25 o 30 metros o más cuando se exploran los bordes de las mesetas, que suelen ser lugares estratégicos. Asuma que va a pescar al menos a 20 metros de profundidad y que tendrá que adaptar su equipo y sus presentaciones a este parámetro inevitable.

¿Sandel o sardina?
Para pescar en el exterior, a menudo es necesario conocer las presas a las que se dirigen las lubinas para tener éxito. El lanzón suele dominar al principio de la temporada y, hacia mediados de junio, los bancos de anjova (sardinas, caballas, etc.) son más numerosos, lo que hace que las lubinas cambien su comportamiento alimentario. Tendrá que estar atento y adaptarse si no quiere perderse nada.

Señuelos a juego
Su caja de señuelos debe estar bien surtida, con formas y colores variados. Sobre todo, no dudes en aumentar la talla Los sábalos de 15 a 18 cm y las babosas de 18 a 22 cm son los señuelos más habituales y adecuados para estas zonas Aunque es obvio que estos bocados te permitirán abrirte paso entre los ejemplares más grandes, no temas, ¡los sujetos de unos cincuenta centímetros los atacarán con las mismas ganas!

Enfoques que funcionan
En las cabezas y mesetas rocosas del archipiélago, lo más eficaz es pescar cerca del fondo y con sedal en el agua. Este último método es especialmente eficaz cuando los peces están activos o cuando se detecta un banco en aguas abiertas. El curricán, por su parte, le permitirá ir tras los peces apostados más cerca del fondo.

Una caña potente
A estas profundidades, y más aún si sopla el viento, es habitual utilizar cabezas de plomo de 50g. Así que lo ideal es equiparse con una caña de unos 2m40 y 20-80g de potencia. Un carrete de tamaño 5000 equipado con trenza PE1,5 y un bajo de línea de fuorocarbono 35/100 completará su equipo.