Consejos para pescar peces grandes con eficacia en kayak

© Antonin Perrotte-Duclos

Para pescar peces grandes en kayak, es necesario conocer algunos principios básicos de la técnica de pesca. Hay varias variables que pueden marcar una gran diferencia y garantizar tu éxito.

Mantener un vivo en buen estado

Cuando se pescan peces grandes como el atún y, sobre todo, la serviola, es absolutamente necesario disponer de un pez vivo. Los pequeños pelágicos, que son los más utilizados, son peces frágiles y pueden morir rápidamente si no se toman las decisiones adecuadas. Estos peces tienen una necesidad natural de nadar a gran velocidad todo el tiempo para enfriar su temperatura corporal y obtener suficiente oxígeno. Cuando se ven limitados por anzuelos y un kayak al final de la línea que les impide escapar, corren un alto riesgo de asfixia en cuestión de minutos.

A menos que ya te encuentres en la zona donde están los depredadores cuando atrapes a tu pez, tendrás que ocuparte de él para que llegue a la zona de ataque en buen estado. Para ello, tendrás que mantener al pez a menos de 30 metros del kayak, a ser posible sin plomo, sobre todo si estás en zonas poco profundas donde no haya depredadores. La velocidad necesaria para que el pez nade cómodamente detrás de usted, sin abandonar el fantasma, debería ser idealmente de unos 2 nudos. Esto puede resultar agotador, sobre todo con un pez grande que frena el kayak con facilidad y, a veces, durante una larga distancia.

La recherche de gros poissons en kayak ne s'improvise pas
La búsqueda de grandes peces en un kayak no es algo que se pueda improvisar

Llegada a la zona

Una vez que se acerque a las zonas en las que es probable que haya depredadores, que puede haber visto a primera hora del día al pasar sobre ellas con su sonda, tendrá que reducir la velocidad. Este es el momento de atar el plomo a la línea y soltar al pez. Para evitar que el pez se eleve demasiado en el agua y sea ineficaz, la velocidad debe estabilizarse entre 1 y 1,5 nudos. Vigile siempre su sonda de profundidad, aunque la mayoría de las salidas se producen sin ver nada en la pantalla, las indicaciones que da son muy útiles.

Los peces depredadores suelen pasar el rato en la misma capa de agua, que varía en función de la profundidad de la termoclina y la luz. Por ejemplo, si tu sonda de profundidad suele marcar ecos en la franja de 30 a 40 metros en 80 metros de agua, tu cebo vivo tendrá que pasar entre 5 y 15 metros por encima de los depredadores. Un cebo vivo y nuestro aparejo, que pase por debajo de ellos, los ahuyentará definitivamente. Recuerda contar en metros la profundidad a la que debe pasar tu señuelo en el lugar adecuado.

Los últimos momentos antes de la llave

Probablemente ya has visto grandes ecos, tu cebo vivo está en plena forma, lucha e incluso dobla tu caña, se acerca el momento. Es habitual poder reconocer el comportamiento de un pez vivo antes de la picada, se enfadará de repente y se detendrá de inmediato. Es entonces cuando el depredador lo agarra y tu caña empezará a cargar lentamente. Cuando el pez entiende el truco, le sigue una gran arrancada.

En esos momentos, es imperativo mantener la calma y no precipitarse. Abra rápidamente el freno de su carrete para que el depredador enganche correctamente el pez vivo, dé la vuelta a su kayak para encarar su línea, apriete el freno y dé varios golpes potentes para clavar los anzuelos.

Le combat est engagé
La lucha ha comenzado

Ten cuidado, nunca lo hagas con el kayak torcido y con el freno demasiado apretado, o te darás la vuelta y te unirás al pez si el depredador decide no soltarlo.

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