Escollera, puntos rocosos, mesetas rocosas
La pesca con corchos permite prospectar lugares inexplotados. En las zonas de escollera salpicadas de cabezas de roca, las lubinas cazan regularmente peces forrajeros, y sólo los pescadores de superficie o con señuelos de aguas poco profundas se atreven a rastrear a estos cazadores. En estos lugares de pesca, a veces es necesario utilizar un fuerte líder de nailon, al igual que con los señuelos, para evitar romper un hermoso pez que intenta refugiarse en la escollera. Las picadas son más regulares en la corriente.
En la mayoría de las zonas que pesco con flotador, me gusta especialmente el comienzo de la corriente ascendente, generalmente de bajamar + 2h a bajamar + 3h, entonces las picadas se vuelven más irregulares. Es lógico, ya que es el momento en que se cubren los charcos, las rocas o las algas con cebo. Cangrejos, gambas, gobios y otros cebos en el centro de la zona de marea son naturalmente los cebos más eficaces en este momento de la marea. Las lubinas están al acecho de estas zonas rocosas poco profundas y esperan ansiosas este preciso momento en el que buscan estos cebos en muy poca agua. He capturado grandes peces a profundidades de entre 1 y 2 metros. Si las olas golpean contra las rocas, será imprescindible una red de mango largo para acabar la pelea con un pez de más de 2 kg.
Diques y malecones
Los diques y rompeolas artificiales son excelentes lugares de pesca. Puede pescar a sus pies en los escollos de los espigones o en los bloques protectores de los diques durante la marea baja Al final de la temporada, las grandes lubinas se alimentan de sepias y calamares en estos lugares. Con estos cebos se pueden pescar lubinas de buen tamaño, pero hay que utilizar un flotador lo suficientemente grande para estos pesados cebos. La pesca de altura puede realizarse en diques ajustando la altura del flotador a 3 ó 4 metros. En este último caso, ¡no olvides un "carrelet" (balanza o escuadra) para pescar lubinas grandes!
Zonas portuarias
Las zonas portuarias son muy populares entre los pescadores mediterráneos. Mis cebos favoritos en estos lugares son los cebos vivos. Una vieja pequeña, una faneca, un sargo pequeño, un besugo pequeño o una aiguillette... cebados en un anzuelo de hierro fino n°2/0 te permitirán capturar peces muy grandes en los puertos.
Mis mejores recuerdos de la pesca en el Mediterráneo son de la pesca nocturna con un flotador iluminado. La ventaja de estos puestos es que se pueden pescar con cualquier tiempo y marea. Durante el día, el ruido, el agua clara y las embarcaciones que entran y salen hacen que los depredadores desconfíen. Por la noche, los peces lobo más grandes se pueden pescar en las dársenas del puerto entre noviembre y febrero (cuidado con el periodo de cría de enero a marzo).
Playas
Con un poco de experiencia, es posible pescar en playas con flotador. No alcanzarás las distancias que se consiguen con el surfcasting, por eso es importante avanzar en el agua al lanzar el sedal. Utiliza vadeadores si el mar está en calma, o un traje de neopreno de lycra si la zona es peligrosa (corrientes, olas).
Camarones, gambas, navajas, lanzones y anguilas de arena son los mejores cebos en la playa. Suelen quedar atrapados en la corriente alrededor de los bâches (norte) o baïnes (suroeste y Mediterráneo). Los cebos eficaces son los que la lubina encuentra de forma natural en la zona de pesca. Interésese siempre por los baïnes, es decir, los agujeros que se ven con la marea baja, ya que es donde encontrará más información sobre los cebos presentes.
Criaderos de ostras
Los aficionados a la pesca con señuelos en los criaderos de ostras y mejillones no se perderán. Con el mismo equipo, en los mismos lugares, a las mismas horas y con los mismos coeficientes de marea, pueden buscar lubinas con flotadores, con gambas, ramilletes o cangrejos. Es importante no lanzar la línea demasiado lejos. El principio es adentrarse lo más posible en el agua con los vadeadores, que tienen la doble función de proteger de las heridas a las ostras y los mejillones y resistir el frío. Sólo queda realizar un lance amplio, hacia la hilera de delante, a unos metros de distancia (20-30 m como máximo). Evite lanzar en una trayectoria en la que haya obstáculos, por ejemplo a través de las hileras o hacia una barra de refuerzo de hormigón.
Al igual que con los señuelos, es esencial sujetar al pez con la caña en alto Acuérdate de ajustar el freno antes de lanzar. Especialmente en los criaderos de ostras, es mejor ser prudente y utilizar un bajo de línea de 50/100 como mínimo, o incluso más si no interfiere con el pez que persigues (si el agua no es muy clara o si pescas al amanecer).
