Captura con éxito de doradas con la ayuda de cangrejos

La dorada se pesca principalmente con cebo y, ya sea desde la orilla o fondeada en una embarcación, el desembarque es un método especialmente eficaz, pero requiere conocer las sutilezas del montaje y el golpeo.

Si la dorada está presente en toda la cuenca mediterránea y atlántica, los enfoques y los montajes son diferentes. La práctica que presento aquí corresponde a las limitaciones del medio en el que pesco, a saber, el golfo de Morbihan y los estuarios bretones, que albergan mareas con importantes amplitudes y fuertes corrientes.

Cangrejo verde como cebo selectivo

Aunque el besugo tiene una alimentación muy variada y puede pescarse con gusanos, marisco o crustáceos, el cebo rey sigue siendo el cangrejo verde porque es realmente selectivo. En efecto, si la almeja, los arenicoles o el bibi son excelentes, le molestarán constantemente otras especies, en particular la vieja y la dorada gris. Con el cangrejo verde, que el besugo aplastará fácilmente con sus muelas, los golpes serán menos numerosos pero serán sinónimo de la captura de una hermosa ceja dorada.

Equipos potentes

Para buscar sargos de entre 2 y 5 kg en corrientes fuertes y rocas sembradas de mejillones, es imprescindible utilizar un equipo potente y adaptado. Desde la orilla, una caña de surf de 3 a 4 m le permitirá lanzar plomos de 100 g y contener a un gran real antes de que rompa el sedal. En embarcación, una caña de 2,5 m será más que suficiente para un potente 20/80 g.

Para esta pesca utilizo un sedal trenzado PE2 o PE2.5 y un bajo de línea de fluorocarbono 50/100 largo (5 m) que pueda soportar rocas afiladas y conchas.

Montaje sencillo

El cuerpo del sedal está provisto de un talón corredizo en el que leo un plomo de 60 a 100 g según las condiciones. El uso de un plomo largo reduce en gran medida los enganches y, por tanto, la pérdida de material. En las zonas congestionadas, las pérdidas son numerosas y conviene prever un stock suficiente para su viaje.

A continuación, una pinza y un bajo de línea de 1 m de longitud en 45/100 con uno o dos anzuelos 2/0 en paralelo ( ensamblaje whisbone ).

Por último, engancha el cangrejo pasando el anzuelo por el orificio de la pata trasera hasta el orificio de la pinza y envuélvelo con hilo elástico para una mejor sujeción.

A veces toques discretos

Aunque el toque del besugo es a veces muy potente y violento, muy a menudo se limita a unas pocas sacudidas de la púa. El besugo prueba tu cangrejo, lo "mastica", lo vuelve a dejar en el suelo y se lo lleva unos segundos después. Hay que ser paciente y esperar el momento adecuado para que pique y dejar el cebo en su sitio durante unos minutos si las picadas cesan. Otro pez o el mismo pueden volver a cebarlo.

La gran dificultad en la pesca del besugo reside en el enganche, ya que si se produce demasiado pronto se perderá la captura y demasiado tarde se limpiará el anzuelo del cangrejo. Una proporción de 1 captura por cada 3 picadas es excelente...

El calzado, un momento delicado

Desde las primeras picadas, debes tomar la caña en la mano y "ceder un poco" para que el dorado sienta la menor tensión posible en tu línea. Entonces podrás adivinar cómo está saboreando tu cebo y deberás esperar a que sienta un cambio en la línea, señal de que se ha llevado tu cangrejo a la boca, para golpear. El enganche debe ser amplio y potente para conseguir clavar los anzuelos en la boca empedrada del dorado.

Una dura lucha

Una vez enganchado, el dorado librará una poderosa lucha manteniéndose muy cerca del fondo y de los obstáculos. Tendrás que sujetarlo al máximo para que tu sedal no roce con las rocas o las conchas afiladas e intentar sacarlo del fondo lo antes posible. Intentará volver al fondo como sea y tendrás que ser autoritario de principio a fin.

Mientras el dorado no esté en la red, la lucha no ha terminado. Aún es capaz de lanzar potentes acometidas y, sobre todo, de abrir o incluso romper tus anzuelos con su poderosa mandíbula.

Si una vez localizada, las picadas pueden ser muy numerosas, la dorada es una captura que hay que ganarse y requiere un buen análisis de las zonas de pesca, paciencia y autocontrol para golpear en el momento adecuado.

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