Aprenda la forma correcta de manipular un pez sin hacerse daño

Lesión en un dedo al manipular un lucio © Gauthier Martin

Al manipular el pescado, es importante saber qué partes del cuerpo hay que evitar para no dañarse las manos.

Menos riesgo en agua dulce que en el mar

Los peces de agua dulce no son tan peligrosos como los marinos, no hay riesgo de ser mordido por un cebo vivo o una raya y no tenemos que lidiar con dientes tan afilados como los del tassergal. Sin embargo, hay que admitir que nuestros peces de agua dulce también saben defenderse, todos los carnívoros tienen un arma secreta para protegerse de los depredadores.

Carnívoros

A su manera, todos los carnívoros tienen características fisiológicas que pueden ayudarles a escapar del peligro. Es con el lucio con el que más nos arriesgamos, tiene cientos de dientes afilados, éstos se rompen con facilidad, pero vuelven a crecer a lo largo de la vida del pez. Ya me pasó de entrarme en los dedos y allí atención, ¡es mejor retirarlo rápidamente y desinfectar generosamente!

Agarrar un lucio no es fácil, porque es un pez muy nervioso, para evitar sus dientes, hay que agarrarlo de oído. Deslizas la mano en la ranura bajo su pico. Aparte de sus dientes, el lucio no tiene ningún otro elemento peligroso, a diferencia de la perca o la lucioperca, que están bien armadas para defenderse.

Pértiga con empuñadura de pulgar

Perca y black bass

Los dientes de la perca no representan ningún riesgo, son miles de pequeños dientes rasposos, por el contrario puedes agarrarla metiéndole el pulgar en la boca. Por otro lado, hay que tener cuidado con los radios espinosos de su aleta dorsal, que son muy espinosos. El cartílago que protege las branquias de la perca es afiladísimo

El black bass se manipula de la misma manera que la perca. Con estas dos especies hay que tener cuidado al meterse el pulgar en la boca, sobre todo cuando se pesca con anzuelos triples, ¡pican mucho más fuerte que una espina dorsal!

Perca en posición defensiva con la aleta dorsal levantada

Lucioperca

Pinchazo en la espina dorsal del lucioperca durante una mala manipulación

La lucioperca tiene las mismas cualidades defensivas que la perca, pero con una dentición más desarrollada, menos afilada que la del lucio. Es imposible meterle la mano en la boca como con la perca, a menos que se trate de una lucioperca muy pequeña.

Bagre

Aquí estamos hablando de peces que pueden pesar el doble que un hombre, por lo que hay que tener aún más cuidado que con otras especies. Tienes que agarrarlo por la boca, sus dientes no son afilados, pero son ásperos y aún así pueden hacerte daño, por lo que te recomiendo que lleves un guante.

También hay que asegurarse de que el pez está tranquilo antes de agarrarlo. Para ello, antes de meterle la mano en la boca, le pongo la mano en la cabeza para ver si coopera o si aún le queda energía

Siluro sujetado por la boca con el guante

La anguila

Sin duda la más complicada de manejar, ¡la reputación de la anguila está bien consolidada! Es un auténtico jabón, imposible sujetarlo. Su sangre es tóxica para el ser humano, por lo que no se debe poner una herida en contacto con la mucosidad de la anguila. Si se siente amenazado, también puede morder y esto no es muy agradable. Lo más fácil es manipularlo con un paño húmedo.

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