Nada insuperable
La peluca es la bestia negra de los pescadores que utilizan carretes de lanzado. Con el tiempo se gana en maestría, ¡pero siempre es posible cometer un error y acabar con una bolsa de nudos en el carrete! Pero con el tiempo, aprendes y desarrollas técnicas para desenredarlos rápidamente y poder seguir disfrutando de tu salida de pesca.
Mantener la calma
Lo primero que hay que hacer cuando esto ocurre es no alterarse. Aunque estos nudos impresionen, son bastante sencillos de desatar.

A menudo, lo único que hay que hacer es tirar poco a poco del sedal para sacarlo del carrete después de desengancharlo, pero sin forzarlo, porque así se tensan los nudos.
Averigüe dónde está bloqueada la línea
Durante esta manipulación, mantén siempre el pulgar presionado sobre la bobina para ayudarla a desenrollarse. Si te encuentras con una espina y notas que el sedal sigue anudado y no se suelta, ni siquiera con un poco más de presión, tienes que averiguar dónde está el problema. Puedes tantear con la punta de los dedos para intentar sacar el bucle que está atrapando el sedal, con trenza, pero lo más fácil es utilizar unas pinzas pequeñas.
Manivela presionando el carrete
Otro truco consiste en girar el carrete mientras se presiona la bobina con el pulgar. Esto tiene el efecto de empujar los bucles que están bloqueando y liberar el sedal. A continuación, vuelve a desenganchar el carrete, tira suavemente del sedal y éste se suelta por arte de magia.

Agarrar un punto de apoyo
Si tienes espacio, puedes enganchar el señuelo a una rama, por ejemplo, y aprovechar la tensión para ir desenrollando el sedal suavemente a medida que retrocedes. Así te resultará más fácil deshacer la peluca y también evitarás hacer un nudo con todo el sedal que saques del carrete.

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