Nitzschia austrialis
La culpable es la Pseudo nitzschia austrialis. Esta microalga se encuentra en prácticamente todos los bancos de marisco y zonas de la costa atlántica. Esta microalga es capaz de provocar graves intoxicaciones tras el consumo de marisco contaminado: problemas digestivos (náuseas, vómitos, diarrea) seguidos de problemas neurológicos (cefaleas, problemas de memoria) y, en raros casos graves, convulsiones y coma que conducen a la muerte.
Por este motivo, todos los prefectos del litoral han dictado órdenes que limitan, y en la mayoría de los casos prohíben, el marisqueo. Aquí, en Finistère, la prohibición entró en vigor al final de la jornada del 31 de marzo. Algunas zonas ya estaban prohibidas, según las especies, como los pectínidos, que llevaban tiempo vedados. Ahora todos los mariscos están vedados a la recolección.
Se han aducido varias causas para explicar la presencia de estas microalgas tóxicas. Sin duda, son el resultado de una combinación de factores: salinidad, temperatura, exceso de nutrientes como nitrógeno, fósforo y sílice, calentamiento global, etc.

Caballa, abalón y cangrejo
El hecho es que sólo pude hacer una salida antes de que se levantara la prohibición. El despegue ya se había retrasado por la espesa niebla que cayó sobre mis manchas al amanecer. Así que esperé una hora a que saliera el sol y secara el aire. La seguridad ante todo Como aún me quedaban dos horas antes de la recogida, aproveché para pescar algunas caballas, muy presentes en el puerto de Brest, lo que indica que el alimento también empieza a llegar.

Una vez terminada la pesca de la caballa, me instalo en la orilla y esta vez empiezo con un tentempié. Empiezo a recoger, dando prioridad a los abalones, que no son moluscos filtradores, y a los cangrejos, a los que no afectan las prohibiciones. Mucho abalón por debajo de la cintura, entre 75 y 90 mm, que por supuesto se quedarán bajo sus guijarros. Encontré unos cuantos en la malla, y los rulos también estaban allí.

Al cruzar un estanque, veo una gran roca sola en el centro. Decidí echar un vistazo y resultó ser un gran y gordo durmiente refugiado bajo la roca. Buena cosecha, pesa bastante y está bastante lleno, con unas bonitas garras más grandes que mis muñecas. Completaré la cesta con algunas almejas grandes, probablemente las últimas en mucho tiempo.

Para saber si su zona está afectada por las prohibiciones, le sugiero que visite las páginas web de las prefecturas. Estas prohibiciones afectan principalmente a Vendée, Loire-Atlantique, Morbihan y Finistère. También está la https://www.pecheapied-responsable.fr/fr/carte-interactive .

Aunque no ha sido una cesta bonita, este inicio de primavera en el agua ha sido, no obstante, muy agradable. Ahora vamos a reanudar la pesca tradicional de la lubina, que acaba de reabrirse al muestreo y ha finalizado su trabajo invernal, y dentro de un mes, el abadejo, que también está sujeto a una serie de limitaciones a la hora de ser pescado por los pescadores recreativos.