Retorno de sesión / Mareas altas, recolección vigilada por el fitoplancton

© Paul Duval

Una mirada retrospectiva a las últimas mareas altas de octubre, 3 días con un coeficiente de más de 110. Del 17 al 19 de octubre de 2024, volvieron las mareas altas, para nuestro deleite. El último día también fue una oportunidad para pasar unas horas en la orilla con los niños, en una excursión educativa.

Fitoplancton tóxico

Tras un periodo bastante turbulento en lo meteorológico, el buen tiempo parece haber vuelto para estos 3 días en la orilla. Sin embargo, hay un punto negro: la vieira. Aunque se ha vuelto a autorizar su recolección desde el 1 de octubre, vuelve a estar vedada por motivos sanitarios. La culpa la tiene el fitoplancton tóxico. El fitoplancton encuentra buenas condiciones para desarrollarse con el calentamiento global y los nutrientes que arrastran los ríos. El puerto de Brest está rodeado de diversas actividades agrícolas y en su cuenca desembocan 5 ríos costeros. El fitoplancton que afecta a las conchas es del género Pseudo-Nitzschia.

Estas especies tóxicas producen lo que se conoce como toxinas de la intoxicación amnésica por mariscos (ASP). Los síntomas aparecen entre 24 y 48 horas después de comer marisco contaminado (pectínidos). A los problemas digestivos pueden seguir problemas neurológicos y, en casos graves, convulsiones, coma e incluso la muerte.

El IFREMER, a través de sus redes REPHY y REPHYTOX, vigila continuamente la evolución de los niveles de toxinas en los moluscos y emite alertas cuando se superan los umbrales admisibles. En todos los casos, se publica un decreto prefectoral por el que se prohíbe la recolección de las especies en cuestión, en función de las zonas afectadas.

Por eso, los pectínidos, las vieiras y los ostiones están actualmente prohibidos. Afortunadamente, todavía hay otras especies que pueden recolectarse sin peligro.

Una buena cosecha

El primer día, el coeficiente era de 107. Mientras espero a que se abra la orilla, paseo mi aparejo Tataki por los 15 m de agua que rodean la codiciada meseta en marea baja. La sepia y el calamar estarán allí con fuerza.

Una vez que la orilla está suficientemente expuesta, bajo el kayak a la grava. Empiezo por las almejas grandes y luego por las praderas. Siguiendo el retroceso de las aguas, llego a mis zonas de traviesas y abalones. La cosecha fue buena. Una vez más, las grandes traviesas estaban allí, pesados cangrejos de 17 a 21 cm de ancho. Me quedé con 5 para una buena comida, ya que no estaba solo en la mesa. Sólo cojo los machos, también encuentro 8 hembras grandes que se quedan en la orilla.

El segundo día, el coeficiente era de 112 y seguí la misma pauta que el día anterior, pero esta vez fueron unas cuantas lubinas las que me hicieron esperar, de nuevo en el agua y algunos calamares. En cuanto al marisco, busco principalmente grandes almejas y recojo otros dos grandes machos dormilones. También vi varias conchas grandes, pero desgraciadamente se quedaron en la grava, ya que no me juego la vida en una tirada de dados.

Sesión educativa

El tercer día, el coeficiente era de 111. Hoy no ha habido kayak, pero sí una sesión educativa para mis nietos sobre los habitantes de la orilla. Los niños son receptivos a este tipo de salidas y es bueno educarles en los buenos hábitos que deben tener al borde del agua. Armados con cajas de sal, empezamos con los cuchillos: es lo básico y resulta divertido con niños pequeños.

Después, a descubrir los habitantes de los estanques: gambas, cangrejos, galatheas, buccinos, pececillos... Cada vez que hacíamos un descubrimiento, nos quedábamos asombrados. Destacan dos especies que no suelen encontrarse en ningún biotopo, el erizo de arena o ratón de arena, un erizo sedoso que parece cubierto de pelo, y el cangrejo excavador o cangrejo unicornio, que les pareció muy divertido.

Oursin blanc
Erizo de mar blanco
Crabe licorne
Cangrejo unicornio

Por supuesto, hoy no hubo muerte para todas estas especies. Una vez más, la orilla ha sido generosa. Es importante respetarla y coger sólo lo necesario. Así podrás disfrutar de cada marea durante mucho tiempo, y si puedes educar a las generaciones futuras, aún mejor.

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