¿Qué es la pesca con ninfa de línea?
El principio de la ninfa de hilo es ofrecer una o dos ninfas (moscas lastradas) montadas con una bola en la cabeza para que se hundan rápidamente y se presenten en las vetas de la corriente donde el pescador supone que están apostadas las truchas.
Esta técnica se puede practicar con una línea chapada y en este caso se puede utilizar nuestro equipo convencional, con el uso de una línea, un bajo de línea y un indicador táctil para detectar el agarre de nuestra imitación por parte de una trucha. Para esta técnica, generalmente utilizamos ninfas no demasiado lastradas, y la línea (engrasada) se coloca sobre el agua para poder seguir la deriva y ver cuando la línea se detiene.
La técnica más utilizada en la actualidad es la denominada spinning europeo, es decir, la utilización de una caña larga, diseñada específicamente para esta técnica con el fin de beneficiarse de un mayor brazo de palanca y de una longitud superior a la de una caña convencional para conseguir buenas derivas. El sedal es poco o nada útil, y es el peso de la ninfa o ninfas lo que permite lanzar al objetivo con un movimiento de muñeca.
Un indicador de nylon coloreado, levantado fuera del agua y generalmente en un ángulo de 45° con respecto a la superficie del agua, mostrará nuestra deriva e identificará los golpes por la sacudida, ralentización o detención de la línea.

Equipo básico para ninfa de línea
Las cañas más utilizadas para la pesca con ninfa de línea suelen tener entre 10 y 11 pies de longitud (1 pie = aprox. 30 cm), pero en los ríos más grandes pueden superar este tamaño.
La mayoría de estas cañas tendrán una potencia de entre 2 y 5.
Serán más flexibles que las cañas convencionales para que puedas lanzar una o dos moscas sin utilizar el peso del sedal, que a menudo estará en el carrete, y puedas golpear con puntas finas sin demasiado riesgo de rotura. Cuanto mejor sea la calidad de la caña, mayor será la resonancia del blank y más ligero será el peso de la caña.
En lo que respecta al carrete, que tiene muy poco interés, existen dos estilos opuestos. El uso de un carrete semiautomático y el de un carrete convencional.
Lo importante es tener un carrete que equilibre tu caña para mantener un ángulo de 45° durante tus derivas sin cansarte de mantener la caña alta.
También es aconsejable utilizar un carrete con montura cerrada para evitar que el sedal pase entre la bobina y la propia montura. Las principales marcas ofrecen carretes diseñados específicamente para la pesca a ninfa con hilo.

El cuerpo del sedal suele estar fabricado con un sedal de color claramente visible en rosa, amarillo brillante (chartreuse o fluorescente) o naranja con un diámetro de 18°, 16° o 14°. Algunos pescadores utilizan nylon transparente + un indicador. Otros sólo utilizan sedal de color, luego la punta.
En competición, el bajo de línea unido al extremo de un sedal (paralelo fino) no debe superar dos longitudes de caña. Para la pesca de ocio, puede utilizar todo el sedal que desee. Por lo general, enrolla de 10 a 15 metros de sedal de color (o transparente) en el extremo del bajo de línea.
Se añadirá un indicador de nylon bicolor Rio de aproximadamente 40 cm al final del cuerpo de línea. Si se utiliza un cuerpo de línea de color, se puede colocar una rotura visual con nailon transparente entre el cuerpo de línea y el indicador. Esto facilita la localización del indicador.
Desempeñará el papel principal de informarle sobre la deriva de sus moscas y cuándo la trucha ha tomado su imitación.

A continuación, bajo el indicador, se añadirá un tippet de nylon al que se atarán una o dos moscas (se puede utilizar una segunda mosca de horca). El diámetro dependerá del recelo y del tamaño de la trucha que se busque.
La longitud de la punta dependerá de la profundidad del objetivo. Es importante cambiar la punta con regularidad en función de la posición en la que se pesque, de modo que el indicador esté al mismo nivel que la superficie del agua para detectar las picadas. Generalmente utilizamos una longitud de una vez y media la profundidad media de las estaciones, ya que la línea estará en ángulo bajo el agua durante gran parte de la deriva mientras lanzamos río arriba.

Los principios básicos de la pesca con ninfa de línea
El principio es ofrecer a las truchas una o dos ninfas en la capa de agua y crear derivas lo más naturales posible para vencer la desconfianza de los peces.
Aquí hay que tener en cuenta tres puntos clave: la lectura del agua, el peso de la ninfa y la calidad de la deriva.
- Leer el agua
Al igual que con la pesca en seco, a la ninfa o con cualquier otra técnica, la lectura del agua será muy importante y le ayudará a saber rápidamente dónde lanzar sus moscas.
Las posiciones cambian según la estación y, por tanto, la temperatura del agua, que determina cómo se colocan los peces en el río.
- Peso de la ninfa
El peso de tu ninfa o ninfas será crucial y deberá adaptarse a cada veta actual.
Un buen pescador de ninfas de línea será capaz de identificar muy rápidamente, basándose en su experiencia sobre el terreno, qué peso de mosca utilizar para cada posición. Esto proviene del análisis de la actividad de los peces, pero una vez más principalmente de la lectura de los puntos (profundidad y velocidad de la corriente).
El principio básico es cambiar el peso de la ninfa en función de la velocidad de la corriente y la profundidad. Debes cambiar el peso de la ninfa con regularidad si quieres pescar bien, porque una ninfa demasiado pesada no derivará de forma natural y se moverá más despacio que la corriente, golpeando el fondo o enganchándose con frecuencia. Por el contrario, una ninfa demasiado ligera derivará demasiado rápido y, a menudo, demasiado alto en el agua.
- Calidad y presentación de la deriva
La calidad de la deriva es el factor más importante, que a su vez está ligado a la lectura del agua y a la experiencia en esta técnica.
El peso de la ninfa determina la presentación y la calidad de la deriva.
Luego es la forma en que el pescador hace pasar sus ninfas lo que desencadenará las picadas. Si las derivas no son buenas (arrastre subacuático de las ninfas), los peces rehuirán tus moscas.
La buena deriva es algo que se aprende sobre la marcha, porque al principio no es fácil identificar el peso adecuado y cómo adaptar la caña a la velocidad de la corriente.