La pesca del salmonete, un pez que hay que buscar en el fondo

Pesca de salmonetes © Laurent Duclos

El salmonete, también conocido como perlón, es una especie de pez que se encuentra todo el año a distintas profundidades. Un pez de colores majestuosos y carne sabrosa.

Salmonete o perlón

El rubio o perlón se encuentra en el Atlántico, el Mar del Norte, el Canal de la Mancha y el Mediterráneo. Su nombre científico es Chelidonichthys lucerna y vive en fondos arenosos, fangosos o con grava. Según la época del año, el salmonete puede encontrarse a profundidades de entre 15 y 300 metros.

Utilizando sus rayos locomotores, localiza a su presa, que suele estar enterrada en el lecho marino. Luego, con el rostrum, excava en el sustrato para alimentarse. Pez omnívoro, el salmonete se alimenta de cangrejos, gambas, gusanos y peces pequeños. Puede llegar a medir más de 60 centímetros y vivir casi 15 años.

Le rouget grondin, un poisson qui fait toujours plaisir
Salmonete, un pescado que siempre es un placer comer

Determinar la naturaleza de los fondos a prospectar

Para intentar pescar salmonetes, primero hay que pescar cerca o en el fondo. Así que, por supuesto, hay que prospectar los fondos que frecuentan, los fondos arenosos-fangosos y otros fondos blandos, o pescar cerca de estos biotopos.

En verano, el salmonete tiende a acercarse a la costa, frecuentando profundidades de 15 metros o más. Cuando bajan las temperaturas, el salmonete debe buscarse en fondos más profundos, de hasta doscientos metros.

Rechercher le rouget grondin aux appâts
Cebo para salmonetes

Diferentes técnicas de pesca para capturar salmonetes

Si espera capturar salmonetes, rubios o perlines, la pesca con cebo en los biotopos que frecuentan da buenos resultados. Para encontrarlos pueden utilizarse diversos gusanos, como las lombrices de arrastre, las lombrices americanas y las cordellas. Pero un cangrejo, un langostino o una sardina bien presentados también interesarán a los salmonetes.

También es posible encontrar salmonetes pescando con señuelos. Las lombrices, los sábalos o los jigs deben animarse en el fondo para desencadenar los ataques. Para pescar en zonas con alto riesgo de enganche, se pueden utilizar aparejos de caída.

Evidentemente, una mezcla de cebo y señuelo combinará las dos técnicas. Por ejemplo, se pueden utilizar madaï, tenya y kabura para presentar un cebo susceptible de interesar al mújol rubio, ofreciendo al mismo tiempo la posibilidad de ser animado y desencadenar ataques.

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