El otoño, una buena estación para pescar
Durante el invierno, en cuanto el agua se enfría, los siluros se vuelven cada vez menos activos y resulta complicado pescarlos con señuelos. Sin embargo, justo antes de que las aguas se enfríen demasiado y lleguen las primeras heladas, los siluros acumulan sus reservas para prepararse para el invierno y su periodo de menor actividad. Es el momento ideal para pescarlos por última vez con señuelos antes de que vuelva la primavera.

Aunque el siluro se alimenta más a medida que se acerca el invierno, esto no significa que los peces sean fáciles de capturar, sino todo lo contrario. De hecho, durante este periodo son selectivos y se centran en un tipo específico de presa.
Presa precisa...
En el Loira, por ejemplo, se centran en los salmonetes, las anguilas y las lampreas, peces de carne grasa. El hecho de que busquen un determinado tipo de presa hace que se encuentren en lugares concretos, y no es raro ver grandes concentraciones a lo largo del día.
¡... en lugares específicos!
Estas reuniones tienen lugar allí donde se congregan y se mueven sus presas, pero también complican la pesca. De hecho, se trata de una temporada durante la cual no hay que dudar en buscarlas en otros lugares que no sean las orillas sombreadas o las charcas, ya que a menudo permanecen todo el día en sus puestos de caza y no frecuentan necesariamente sus lugares de descanso habituales.
En otoño, las aguas de los ríos y arroyos suelen estar bajas y claras y los siluros pueden mantenerse en muy poca agua, así que, una vez más, no dude en explorar nuevos lugares y no confíe en los que han sido productivos durante el verano. Una característica particular de estas reuniones es que los siluros se agrupan por tamaños, por lo que acabará encontrando agrupaciones de siluros pequeños y agrupaciones de siluros grandes.
Sea cual sea el tamaño de los peces a los que te dirijas, te recomiendo encarecidamente que limites tu pesca a un pez al día y a unos 15 minutos por lance, para no educarlos ni hacerles ver el señuelo como un peligro. Si estás en el lugar adecuado con el señuelo adecuado, conseguirás los primeros lances, así que es mejor no insistir si quieres garantizarte capturas regulares.

En cuanto a los señuelos a utilizar, lo que funciona en verano también funciona en otoño, como el sábalo o los señuelos blandos tipo coma. Sin embargo, una recuperación lineal lenta parece más eficaz que una animación dentada, que es mejor reservar para el verano.
Por último, otra ventaja de pescar siluros en esta época del año es que pueden estar activos durante todo el día, en lugar de durante un periodo de tiempo más corto como suele ocurrir durante el verano.
Sin embargo, el tiempo sigue influyendo en su actividad y es mejor buscarlas en una tarde soleada que por la mañana después de una noche fría.
Este frenesí alimentario dura entre una y dos semanas, y se detiene en cuanto llega el frío, así que hay que aprovecharlo al máximo