Otoño, una gran estación para la pesca de la lubina
Es un hecho que con la llegada del otoño, los peces se vuelven cada vez más activos. Por eso es mucho más fácil hacer buenas salidas de pesca. Hay muchas razones para ello, pero he aquí sólo algunas:
- Las lubinas se acercan a la costa para acumular reservas antes del invierno. Hay abundancia de presas.
- La llegada del otoño significa el descenso de las temperaturas y las primeras olas de frío. Estas aguas más frías suelen provocar un pico en la actividad de peces depredadores como la lubina.
- Por último, hay muchos menos deportes acuáticos y la superficie del agua es más tranquila. Los peces son menos cautelosos y más fáciles de atraer.

¿Qué equipamiento debo elegir?
Desde la orilla, un lance entre 2,20 m y 2,40 m es perfectamente adecuado. Le proporcionará buenas distancias de lanzamiento sin dejar de ser fácil de manejar.
Una caña de 10/40 gramos le permitirá utilizar señuelos blandos como Black Minnow de 120 y 150 mm o Crazy Sand Eel de 120-150 mm.

Combínalo con un carrete de tamaño 4000 equipado con trenza PE 1.00 y un bajo de línea de 30 a 35 centésimas. No reduzcas demasiado el diámetro del bajo de línea. La abrasión es fuerte desde la orilla y corres el riesgo de debilitar el sedal.
Los señuelos de superficie son muy populares entre las lubinas en esta época del año. Mi selección personal, que llevo usando muchos años, incluye el Asturie 130 y 150 mm, el Fiiish Biotop y el Heddon Super Spook.

Áreas objetivo
En esta época del año, las lubinas buscan sobre todo alimentarse abundantemente para acumular reservas de grasa para el invierno.
Estas zonas son estuarios y criaderos de moluscos. Alrededor de estas zonas hay una abundancia permanente de alimentos (crustáceos, moluscos y peces pequeños).
Por último, las zonas rocosas adyacentes a las zonas arenosas son excelentes lugares de pesca. Las lubinas suelen merodear por estas zonas, siempre al acecho de sus presas.

Técnicas de pesca
Desde la orilla, practico a menudo la "power fishing", una técnica que consiste en no permanecer demasiado tiempo en un mismo lugar y recorrer el mayor terreno posible.
Unos cuantos lanzamientos en una zona y me pongo en marcha.
Alterno entre señuelos blandos y duros (peces nadadores o señuelos de superficie).

Considero que después de unos diez lances sin ataque en una zona, paso a la siguiente. En ese momento, los peces se vuelven más agresivos y, si están presentes, no tardarán en atacar tus señuelos.