Un reto que aceptar
Para mí, el verdadero reto y el primer paso en esta búsqueda fue conseguir atar moscas "especiales para calamares", sabiendo que no había nada sobre el tema en Internet ni en la literatura de pesca.
Así que dejé volar mi imaginación y busqué en Internet modelos de jigs utilizados para este tipo de pesca para hacerme una idea de tamaños y colores. Sabía que era posible pescarlas con streamers sencillos y muy coloridos, pues algunos pescadores de mar ya las habían pescado o tocado (sin buscarlas) con este tipo de mosca. Pero muy a menudo sin poder llevarlas realmente a la orilla y sacarlas, porque se desenganchan fácilmente, sobre todo si la mosca está montada en un solo anzuelo.
Hay que tener en cuenta que los calamares se enganchan por sus tentáculos, que suelen desgarrarse, salvo en el caso de los anzuelos formados por varias ramas (cesta).
Una versión jig de una mosca de tubo
Decidí comprar unas cestas de jigging que me dieran una buena picada con nuestros calamares. Entonces empecé a pensar en un sistema ingenioso para fijarlo a una mosca, o a un 'aparejo'.
Después de darle muchas vueltas, se me ocurrió un truco para atar moscas de tubo grandes utilizando palos de piruleta, como hacen algunos montadores de moscas para lucios. La idea era tener una mosca de tubo que se posara sobre un segundo tubo al que se le fijaría por un lado una cesta (anzuelos) y por el otro el ojo de un anzuelo convencional para unir las dos partes.
Tras varios intentos, conseguí el resultado deseado. Una mosca de tubo de 10 a 15 cm montada (en un trozo de palo de piruleta de 4 cm) con plumas, materiales sintéticos, dubbings y patas de plástico para darle mucho movimiento, montada a su vez en otro tubo de 6-7 cm que contiene la cesta.
Al unir estos dos tubos, las plumas y las fibras, así como las patas, cubren el tubo y terminan justo a ras de la cesta. El objetivo es colocar la cesta lo más atrás posible para conseguir una buena picada del calamar y no desengancharlo durante la "pelea", algo muy habitual.
Fabricación del conjunto cesta-tubo
Para esta primera parte de la mosca, utilicé las cestas del jig que fijé y pegué en un palo de piruleta que tiene un diámetro perfectamente adaptado. Del otro lado, corté un anzuelo para recuperar un tallo, sin la parte espinosa, y sobre todo el ojal.
Luego decoré el tubo con una funda llamada Flat Diamond Braid. En otro modelo, opté por una combinación de Flat Diamond Braid y dubbing naranja fluorescente.
Montaje de moscas de tubo
En otro palo de piruleta que he cortado a 4 cm, he montado moscas de tubo como para pescar salmón. Aquí, déjate llevar por tu imaginación y prueba diferentes estilos y colores. Yo decidí utilizar colores vivos como los de los jigs: naranja, chartreuse, malva y rosa.
En el extremo del tubo, he montado algunas plumas o hackles y flashabou. También he hecho algunos modelos con Craft Fur, que es una fibra flexible que da movimiento durante las pausas, en lugar de plumas. Pero también puede ser marabú, conejo, etc... Tú decides.
Luego añadí patas de goma de colores idénticos o llamativos.
El cuerpo está hecho de Spectra Dubbing fluorescente de Hends, o de Polar Chenille. A veces se añade un hackle a la cabeza para darle aún más movimiento.
Algunas están lastradas con ojos de diábolo en la cabeza, otras sólo tienen un par de ojos 3D más una capa de epoxi. Esto hace que el montaje sea sólido y añade un poco de peso a la parte delantera de la mosca. No es muy complicado, pero es eficaz.
Técnicas de pesca del calamar a mosca
Utilicé una caña de 9 pies y 8 líneas versión mar, equipada con una línea flotante y un polyleader de 3 muy profundo, seguido de un leader de 1m en 30-35°. Esto hace que sea bastante fácil lanzar este aparejo bastante pesado. No es necesario lanzar muy lejos. Basta con buscar las zonas donde se congregan los pescadores o debajo de las farolas.
La técnica es muy sencilla. Copié los movimientos que solían hacer mis amigos pescadores de poteras. Es decir, dejar que la mosca se hunda un rato (puedes contar para saber a qué profundidad está), luego lanzar despacio o en seco para subir la mosca, seguido de largas pausas. La picada siempre se produce después de la pausa. Hay que golpear, pero suavemente, a la menor pesadez, para no desgarrar los frágiles tentáculos del calamar.
Disfrute de la edición y pruebe a pescar quizá su primer cefalópodo a mosca
