Atún rojo de boca

La desembocadura del Ródano es sin duda uno de los mejores lugares de Francia para la pesca del atún rojo. La cantidad de alimento que proporciona el Ródano hace florecer una gran cantidad de microorganismos marinos. Así, toda la cadena trófica puede alimentarse de caballas, bonitos y sardinas que tanto gustan al atún rojo.
El número de atunes merodeadores en torno a la desembocadura es impresionante y algunos peces pasan allí todo el año, sin regresar a las aguas más cálidas del sur del Mediterráneo para reproducirse.
El atún rojo suele capturarse a la caza, en tallas de entre 20 y 60 kg, pero la pesquería de pastoreo puede pescar ejemplares que superan los 100 kg. Estos peces son especialmente activos de agosto a octubre, cuando las aguas superficiales son cálidas y abunda el alimento.
El sábalo y su viaje a contracorriente
El sábalo es un pez migratorio capaz de recorrer cientos de kilómetros remontando el Ródano y sus afluentes para reproducirse. Es un pez que se puede encontrar durante su periodo de reproducción, generalmente en mayo, y es muy divertido pescarlo ya que tira con mucha fuerza. Por desgracia, el sábalo no se alimenta cuando se reproduce.
Para pescarlos, hay que provocar picadas agresivas con pequeños señuelos blandos o cucharillas que imiten a un pececillo en carrera. El sábalo también se pesca con streamers, igual que el salmón.
Es un pez bastante raro ya que, aunque vive 9 meses de los 12 en el mar, es muy raro encontrarse con uno. El sábalo es una especie protegida que está desapareciendo lentamente debido a la cantidad de presas sin canales de pesca que le impiden remontar el río y reproducirse donde desea.
Los lobos del Etang de Berre

El Etang de Berre es un estanque poco profundo y salado que contiene una población muy numerosa de peces lobo. A pesar del impacto de la pesca profesional, que ha reducido mucho la población, el Etang de Berre sigue siendo un lugar importante para la pesca del pez lobo en superficie.
Hay un gran número de peces de más de 40 cm de longitud y algunos individuos superan incluso los 70 cm. Una gran proporción de estos peces se reúnen en el estanque desde la primavera hasta el otoño, y luego salen a mar abierto para reproducirse a principios del invierno.
Aunque el Etang de Berre se alimenta principalmente del mar, en él desembocan pequeños ríos que le proporcionan gran cantidad de alimento y agua dulce. Los lobos de este estanque se reconocen por su color verdoso, que les permite camuflarse entre las numerosas esteras de hierba.