Coeficientes de marea
Si está planeando un viaje de pesca en busca de lubinas rayadas, lo mejor es ir durante la marea alta. Al subir el nivel del agua, los peces también se encontrarán en mayor número en la costa, lo que significa abundancia de alimento para ellos. Además, las mareas altas son el momento en que los salmones regresan al río, por lo que puede ser una oportunidad para dar un "golpe doble".
1 - Marea alta
La subida de la marea provoca una buena actividad de los peces, pero es difícil localizarlos con precisión. Suelen ser solitarios o estar en pequeños grupos. Subirán con la marea, bordeando las playas o los acantilados en busca de comida, en cuyo caso lo mejor es bordear la orilla y cubrir el mayor terreno posible.

2 - Marea alta floja
La marea muerta es la fase de transición entre la subida y la bajada de la marea. En este caso, el agua está en su punto más alto y la corriente es mucho menor. En consecuencia, la actividad de los peces es baja. Por supuesto, es posible pescar en este momento, pero de forma similar a la marea entrante, favoreciendo la exploración. Otro enfoque consiste en situarse en un punto estratégico, como la entrada de un río, e interceptar a los peces que quieran entrar en él.
3 - Marea descendente
La bajamar es el mejor momento para pescar. En cuanto se forma la corriente, las lubinas se colocan en un lugar estratégico por el que pasa todo el alimento que lleva consigo la marea. Las salidas de barachois (lagunas) y ríos son entonces los lugares de predilección. Es importante definir de antemano dónde pescar durante la bajamar para aprovechar al máximo este momento de intensa actividad que no dura mucho.

4 - Marea baja floja
En determinadas condiciones, es muy posible pescar bien con marea baja. El tiempo será a menudo el factor determinante. Un día tormentoso, con un fuerte viento en contra y/o lluvia, son condiciones que pueden llevar a los peces a la orilla, aunque el mar esté bajo. Hay que saber identificar todas las oportunidades y no dudar en aprovecharlas.
La corriente es claramente un factor determinante a la hora de buscar lubinas desde la orilla. Hay que aprender a dominarla y, sobre todo, entender cómo la utilizan los peces para encontrarlas.