Muévete cuando pesques desde la orilla
Los pescadores embarcados, por regla general, son móviles, porque si una zona no es fructífera, pueden cambiarla. Es cierto que la operación es más sencilla en una embarcación, pero hay que mantener y adaptar el mismo principio cuando se pesca desde la orilla.
En mi opinión y experiencia, es mejor pescar 3 horas en sitios diferentes y perder 3 horas de transporte (a pie, en coche...), para maximizar tus posibilidades de encontrar el pez, que quedarte 6 horas en el mismo sitio y no pescar nada. Además, esta exploración, aunque no dé para un día, permite descubrir muchos lugares potenciales a los que es interesante volver cuando las condiciones sean diferentes.
Pesca de lubina rayada desde la orilla en Gaspésie
En Gaspésie, el agua está fría, pero mientras las temperaturas exteriores lo permitan, prefiero llevar pantalones cortos con sandalias, en lugar de ponerme los vadeadores, es mucho más sencillo y eficaz así. Para el equipo, mismo principio, una mochila con lo mínimo necesario y una caña de pescar es ampliamente suficiente, esto permite no cansarse innecesariamente.

Los vadeadores no permiten moverse con facilidad, y desplazarse de roca en roca resulta mucho más complicado. Además, es obligatorio secar los vadeadores al final de la jornada. El único interés que les encuentro para la pesca en el mar es que permiten al pescador adentrarse más en el agua y mantenerse caliente. Esto es útil en ciertos lugares específicos, o para los pescadores con mosca que están limitados en la distancia de lanzamiento.

Entre las manchas
La movilidad entre los puntos de pesca también es importante, ya que una fase de marea se desarrolla en unas pocas horas, y es importante perder el menor tiempo posible entre los distintos lugares en los que se quiere probar. Por este motivo, es mucho mejor alojarse por días, en lugar de alquilar durante una semana en el mismo lugar y quedarse atrapado en una zona donde no hay peces.
Lo mejor, si es posible, es disponer de una minifurgoneta acondicionada para dormir, y así incluso dormir en los caladeros. Si no, basta con un coche clásico o un vehículo con tracción a las cuatro ruedas, para ir por determinados caminos. Lo principal es no tener que cargar con un vehículo grande, como una autocaravana, que limita mucho el acceso.

Si tomo el ejemplo de Cape Cod, en Estados Unidos, donde la mayor parte de la pesca de lubina rayada se realiza en un canal de unos 10 kilómetros de largo, cada pescador tiene una bicicleta. Esto le permite prospectar para encontrar dónde están las lubinas. En Gaspésie, el principio es el mismo, salvo que, debido a la lejanía de las zonas accesibles, la bicicleta se sustituye por un coche.