Para este tercer día, como no me convencían los señuelos que había probado hasta el momento, y como era más o menos lo mismo para todo el grupo, decidí sacar un señuelo que me había traído muchos peces durante un viaje anterior a Brasil, el jerkbait minnow de unos 15 centímetros. Rápidamente, las capturas se sucedieron, siendo la mayoría orcas mariposa en los bordes.
En el fondo de una laguna muy pequeña, cerca de un árbol ahogado, enganché un enorme pavón, que por desgracia rompió mi señuelo. Cuando se te escapa un pez por culpa del equipo, es bastante frustrante porque no hay mucho que puedas hacer al respecto, mientras que si cometes un error tú mismo, sólo puedes aprender a mejorar. De todas formas, tengo la confirmación de que este es el señuelo que hay que usar, así que cogeré algo parecido para continuar mi jornada.
Ajuste del freno
Cuando se pesca con señuelos de este tipo, donde la animación es rápida y las picadas repentinas, la resistencia debe estar muy ajustada para que el pez se enganche solo, porque incluso con los mejores reflejos posibles, es imposible enganchar este tipo de ataque. En mi caso, el carrete estaba muy apretado, los dos posibles errores son o bien que no aflojé la resistencia para aliviar al equipo, o bien que el señuelo no está diseñado para someterse a un tratamiento de este tipo.
La pesca del pavón no requiere una caña y un carrete muy potentes, sin embargo, todo lo que hay en el sedal y el señuelo debe tener una resistencia de al menos 60 libras, para soportar un arrastre tenso.
¿Qué sucede a continuación?
Volviendo a este día de pesca, en otra laguna, todavía con un jerkbait minnow, enganché un gran macho, con esta joroba tan característica, que rápidamente me hizo olvidar mi frustración de la mañana.
Los minnow jerkbaits que prefiero son los cónicos, de unos 15 centímetros de largo y que nadan entre 50 y 80 centímetros de profundidad. Permiten explorar las orillas y pasar por encima de árboles sumergidos sin dificultad. Este tipo de señuelo suele encontrarse en la sección de pesca marítima y está diseñado para la pesca de lubinas y barracudas.
Balance de la jornada
El final de este tercer día anuncia que hemos llegado al ecuador de nuestra estancia. Mi error fue insistir en utilizar los mismos señuelos los dos primeros días. Al principio del viaje, es mejor probar varios enfoques, aunque sea sacrificando este día, para encontrar rápidamente los señuelos que funcionan, porque los días están contados.
De este modo, nos vamos con una buena idea de la estrategia a adoptar para el resto del viaje. Lo otro importante es compartir las observaciones hechas al final del día con el grupo de pescadores para que todos puedan beneficiarse de ellas.
