Este depredador de agua dulce, con sus golpes violentos y directos y su defensa acrobática, puede pescarse con señuelos, cebo vivo y, por supuesto, con mosca, técnica que utilicé principalmente durante mis temporadas como guía de pesca para organizaciones internacionales.
Una gama limitada

El dorado o salmonius maxilosus en esta parte del mundo, es el rey de los ríos, aunque cohabite con otros peces carnívoros. Se encuentra en Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
El dorado, que se encuentra exclusivamente en esta parte del mundo y no debe confundirse con el mahi mahi, vive en aguas dulces cálidas (entre 20 y 30 °C). Se alimenta de diversas presas, principalmente peces forrajeros como el sábalo.
En Argentina, puede pescarse en el río más caudaloso del país, el Paraná, de aguas turbias y limosas, pero también en varios de sus afluentes, entre ellos el río Corrientes, y más abajo el río Uruguay, donde pueden encontrarse ejemplares muy grandes aguas abajo de la presa de La Zona.
El río Corrientes nace en uno de los pantanos más grandes del mundo, el Estero del Ibera, donde vive en lagunas y canales.
En el noroeste del país, el río Juramento y el río Dorado son los principales caladeros de este magnífico pez, tan combativo como espectacular.
En Bolivia, varios ríos de aguas cristalinas han sido colonizados por el dorado y figuran entre los mejores lugares de pesca del planeta, en los sectores de pesca del lodge Tsimane.
El equipo adecuado
Para dar con este robusto y poderoso depredador, hay que utilizar el aparejo adecuado. Las cañas de 9 pies con una potencia de 8 a 10 son la norma y dependerán del tamaño de los peces que encuentres.
Cuando los dorados son pequeños, basta con una caña de 8 potencias. Pero para extraer un pez grande de estructuras, o grandes ejemplares bolivianos, una caña de acción rápida de 9 potencias es un buen compromiso.
Es importante que disponga de varias líneas para adaptarse a las condiciones, aunque a menudo utilice una línea flotante o intermedia. Un bajo de línea corto con una longitud de caña que termine en 30 lb y un bajo de línea de acero o titanio también de 30 lb serán esenciales para evitar que los afilados dientes y las potentes mandíbulas de los peces te corten.
Las moscas utilizadas son grandes streamers tipo engaño Andino negros y de colores en anzuelos de mar del 1/0 al 3/0 idénticos a los utilizados para el sábalo, como los Gamakatsu SC15 y SC17. Las moscas de superficie también funcionan y siempre es muy emocionante tenerlo montado en un popper, gurgler o incluso una imitación de un pequeño roedor.
¡Pesca explosiva!

El dorado se pesca muy a menudo en corrientes donde ataca a peces forrajeros, principalmente sábalos, pero también boga y bagre.
En los grandes ríos como el Paraná y el Río Uruguay, se les puede encontrar a lo largo de estructuras (rocas, troncos, etc.) o cazando en bancos de arena donde rodean y bloquean a su presa antes de atacar.
En algunos ríos, como el Río Dorado en Argentina, pero sobre todo en Bolivia, se puede pescar a pez visto en estas aguas claras.
Una vez localizados, lance río arriba de la corriente y pase la mosca cerca del banco para desencadenarlos. En general, hay que lanzar muy deprisa para imitar a una presa que huye, pero en corrientes muy fuertes es posible pescar con una deriva inerte.
La picada es muy violenta y tendrá que enganchar con el sedal varias veces para perforar la durísima boca de este charácido. Una vez enganchado, el dorado saltará varias veces para intentar deshacerse del anzuelo y luego se lanzará hacia la corriente. En cualquier caso, ¡le espera una gran descarga de adrenalina!