Todos conocemos a alguien que no "sabe" pescar, pero que captura peces, y grandes, cada vez que tiene ocasión. Nos aseguramos de que es suerte de principiante y que no puede reproducirlo porque no "sabe" pescar. Pero los hechos siguen siendo los hechos: ha conseguido pescar más peces y más grandes que nosotros... Ha tenido éxito donde nosotros fracasamos Si él no puede explicarlo, ¡nos interesa entenderlo!
La suerte del principiante en la pesca
Esta famosa teoría de la "suerte del principiante" (que no sólo existe en la pesca) se basa en el hecho de que una persona totalmente inexperta y sin conocimientos de la actividad tiene más éxito que nosotros. Sin embargo, este fenómeno aleatorio se repite con regularidad y acaba perdiendo todo su carácter inexplicable.
Si este fenómeno existe, es porque hay razones, situaciones y parámetros concretos que permiten que se exprese. Por último, esta distinción entre suerte y conocimiento es quizá, en última instancia, una experiencia y una solución que debemos desarrollar en nuestras estrategias de pesca.
¿Cómo se explica?
Para explicar este fenómeno, hay que admitir que el famoso "principiante" fue ese día, a pesar suyo o nuestro, mejor que nosotros y, al final, sin saberlo, encontró el patrón adecuado para pescar el mayor número posible de peces y decidirse por los más grandes. Si la pesca fue fácil y los peces estaban activos, no intentas analizar la situación (aunque haya lecciones que aprender), pero si las capturas fueron escasas, es importante comprender y luego desarrollar tus conocimientos. Porque sí, ese famoso principiante, nos guste o no, fue mejor que nosotros y encontró el patrón adecuado, la combinación correcta de altura del agua/luz/animación para desencadenar las picadas.
Nuestras propias creencias nos limitan
¿Por qué el principiante que no sabe nada de pesca encontró este patrón y nosotros no? Simplemente porque todos nosotros, como pescadores, estamos llenos de conocimientos y experiencia y sabemos que en la mayoría de las situaciones esta es la forma de pescar. Hemos establecido patrones y soluciones que funcionan entre el 50 y el 95% de las veces, dependiendo de nuestro "nivel", pero al final nos estamos perdiendo parte de la solución...
Esta parte consiste en olvidar lo que sabemos, se trata de salir de nuestras creencias y nuestros patrones establecidos y cuando vemos a este principiante lanzar una cabeza de plomo de 30 gramos a 1 metro de agua, traerla de vuelta lo más rápido posible y pescar un pez récord, al final la única diferencia entre él y nosotros es que él no sabe y nosotros creemos que sí... Pero no lo sabemos
No poner límites
Así que la solución es sencilla: no te pongas límites. Y cuanto más progreses, menos tendrás. Cada barrera que rompes es otra solución, otra cuerda para tu arco.
Tengo un amigo que es un excelente pescador y no llegó a serlo por casualidad. Desde que era niño, ha tenido la oportunidad de pescar en ambientes muy pesqueros y muy a menudo. Como resultado, ha experimentado mucho y no se pone límites cuando se trata de pescar.
Así que le llevo a pescar lubinas por la noche. Estamos en una gran extensión de agua con una corriente muy potente y una profundidad de 10 metros. Esta configuración no le impidió probar un señuelo blando zumbador... Por supuesto, no pescó nada, pero cuando le pregunté por esta prueba, la respuesta fue sencilla "¿y por qué no? Efectivamente, en casi todos los casos, otro enfoque más convencional es mucho más eficaz, pero éste podría ser algún día UNA o LA solución.
Jugar con los extremos
Al final, lo que nuestros principiantes tienen en común con este excelente pescador es que no duda en llegar a los extremos, y muy a menudo, cuando nada funciona, ése es el camino hacia el éxito. Los peces, y los más grandes en particular, ven pasar una serie de señuelos cada año y se acostumbran a ellos o desconfían de ellos. Cualquier cosa que destaque entre la multitud despertará su curiosidad y reducirá su desconfianza...
