Hoy en día, los señuelos metálicos se utilizan principalmente para jigs, spinnerbaits y chatterbaits. Sin embargo, los spinners y los wobblers, que son sus antepasados, siguen siendo herramientas especialmente eficaces para la pesca del lucio. Tengo que admitir que siento especial debilidad por la cucharilla bamboleante cuando se trata de seguir a esta especie, ya que permite pescar a todas las alturas del agua y a todas las velocidades.

Un señuelo descuidado pero eficaz
Las cucharillas bamboleantes han estado olvidadas durante mucho tiempo en Francia, no sólo por los pescadores, sino también por los fabricantes y distribuidores, que muy rara vez ofrecen productos nuevos. De hecho, no siempre es fácil encontrar más de una o dos referencias en las tiendas de pesca. Por lo tanto, la utilización de estos señuelos sigue estando muy en la sombra, debido a su imagen de señuelo de una época pasada... Es una verdadera lástima para los que no los utilizan

Equilibrio y desequilibrio
El principio de la cuchara ondulante es que su forma particular hace que nunca consiga mantenerse estable en el agua. Sus lados presionan el agua para encontrar un equilibrio precario y, en una fracción de segundo, se produce una alternancia de equilibrio y desequilibrio que confiere a la cuchara ondulante su peculiar acción natatoria y su ritmo en el agua.
Esta vana búsqueda del equilibrio y el desequilibrio permanente del señuelo en el agua dan como resultado una evolución desordenada e imprevisible y es esta característica la que tanto agrada al lucio y a muchas otras especies...
A veces ondula, a veces se balancea, revolotea, resbala y se desliza Cae como una hoja muerta, estirando y relajando tu estandarte a su antojo Al final, en el agua, el ondulador vive su vida y así es como debes utilizarlo.
2 formas principales
Hay varias variables que pueden utilizarse para caracterizar una ondulación:
- Su grosor
- Su anchura
- El número de facetas
- Su perfil
- Su forma
Existen 2 formas principales para este último parámetro: las cucharas bamboleantes cóncavas (o curvadas) y las cucharas en forma de S, como la famosa Mepps Syclops.

3 posibles eventos
El ripple es un señuelo con el que se puede pescar en todas las alturas de agua y a todas las velocidades ajustando su peso y su forma.
Las 3 animaciones posibles son las siguientes:
- Lineal con una recogida continua en el carrete, el señuelo ondulante se deslizará más o menos al azar y será suficiente para seducir a los lucios activos. Para que sea más eficaz, puntúa la recogida con algunas pausas en las que el señuelo caerá como una hoja muerta.
- Pasear al perro para conseguir esta animación, un poco más agresiva y dinámica que la pesca con sedal, basta con realizar sacudidas sucesivas, alternadas con un cuarto de vuelta de manivela (para recuperar la banderola). Esta animación más agresiva funciona perfectamente con los peces perseguidores y permite multiplicar las señales luminosas.
- En tracción la última forma de animar tu señuelo ondulante es realizar una sucesión de tirones con la caña (de amplitud variable) y dejar que vuelva a bajar "sujetándolo con una correa" con el estandarte tenso. En realidad, la caña alternará entre fases tensas y flojas mientras tu señuelo se desplaza de derecha a izquierda en busca de su equilibrio. La mayoría de las picadas se producirán durante esta fase.

Si no tiene un corrugador en su caja de aparejos, le aconsejo que invierta en uno o dos modelos, ya que hay muchas posibilidades de que un día le abran un agujero de pesca...