4 soluciones cuando la pesca es difícil

Pescar es casi siempre divertido, pero por desgracia los resultados no siempre están ahí. A veces es realmente difícil hacer una captura o incluso conseguir una picada. Pero cuando eso ocurre, hay algunas cosas que puedes hacer para intentar darle la vuelta a la situación y salvar tu viaje.

Cambiar la configuración del foco

A pesar de haber reflexionado previamente sobre la selección de los lugares adecuados en función de la estación, el tiempo y la hora del día, los fracasos son regulares, incluso después de haber probado diferentes animaciones y distintos tipos de señuelos.

Si no ve señales de actividad o presencia de peces, debe optar por lugares con otras características. Es difícil saber exactamente cómo funcionan los peces, porque sus instintos son distintos de los nuestros. Su forma de pensar difiere de la nuestra, y siempre habrá cierta información que no comprendamos.

Rota los señuelos y varía la presentación

Si estás convencido de que estás en la zona correcta, en ausencia de picadas, varía tus animaciones, alturas de movimiento y velocidad de presentación. Todo ello mientras vas rotando los señuelos a tu disposición.

A continuación, hay que jugar con los tamaños, los colores y los sonidos e intentar, por ensayo y error, dar con la animación y el señuelo adecuados, en particular identificando con precisión los parámetros que desencadenan un seguimiento, un acierto y la calidad de los aciertos registrados.

Variar los ángulos

No siempre es posible, sobre todo para los pescadores de orilla, pero siempre es una buena idea cambiar regularmente los ángulos de lanzado. Por razones que desconocemos, o en función del sol, la corriente, los hábitos de los pescadores o la configuración del lugar, los depredadores estarán a veces más dispuestos a atacar un señuelo que se mueve en una dirección que en otra.

Trabajar con extremos

Cuando la pesca es realmente complicada, a menudo hay que salirse de los caminos trillados para conseguir producir algunas reacciones. Por eso suele ser útil jugar con los extremos y sorprender a los peces con presentaciones poco habituales.

Intente pescar muy grande o muy pequeño, con señuelos muy agresivos o muy discretos y establezca movimientos extremadamente rápidos o, por el contrario, movimientos cercanos a la inmovilidad. La acción de quemar, en la que el señuelo se enrolla lo más rápido posible, o la de "no hacer nada", en la que el señuelo permanece inmóvil durante varios segundos o incluso decenas de segundos, pueden ser decisivas.

Objetivo otra especie

Por último, como es muy posible que tu especie favorita esté completamente apagada, a menudo tienes que ser oportunista. Tal vez no consigas pescar el lucio que esperabas, pero ese día podrás pescar una perca estupenda.

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