Trucha común

La Alta Córcega es conocida por sus numerosos ríos trucheros. Por supuesto, también existen ríos de este tipo en el sur de Córcega. Una gran parte de los ríos de Córcega son en realidad ríos. En estos últimos, una población de truchas muy numerosa está presente y bien establecida. El tamaño medio, aunque muy pequeño en la mayoría de los casos, puede ser muy elevado en algunos puntos.
En los pequeños ríos clásicos, la cantidad de peces de entre 15 y 20 centímetros es fenomenal y permite divertirse buscando el número de capturas. Estos pequeños peces permiten entrenarse en ciertas técnicas, en particular la pesca con mosca seca, a vista, que resulta especialmente eficaz. Varios ríos tienen la particularidad de crear truchas muy grandes, que pueden superar los 60 cm, aunque son mantenidas en secreto por los pescadores que las conocen.
El lobo

Debido a la presencia de muchos ríos pequeños en Haute-Corse, las zonas de desembocaduras son muy frecuentes, sobre todo en la costa este. Los lobos son peces especialmente aficionados a las desembocaduras, donde pueden cazar. La Haute-Corse es una zona muy piscícola que hará las delicias de los pescadores que deseen atacar a los wolffish con señuelos de superficie.
Cerca de estas bocas también hay tassergals, liches y barracudas que no dudan en alimentarse de lobos. Los lobos suelen refugiarse durante el día bajo un barco o cerca de un dique y luego salen por la noche a cazar. Suelen alimentarse de pequeños salmonetes y otros peces forrajeros que acuden a comer los desechos que arrastra el río.
También se pueden encontrar bancos de peces lobo remontando estos pequeños ríos para vivir en aguas más dulces que saladas, donde se adaptan y sobreviven perfectamente.
La barracuda

La barracuda es uno de los mayores depredadores de Haute-Corse. Se encuentra principalmente alrededor de los puertos, pero está presente en toda la costa. Aunque el tamaño medio de las barracudas en Córcega suele ser bastante pequeño, su número es muy grande. No es raro ver bancos de cientos de ejemplares de entre 50 y 80 cm al atardecer, cuando se acercan a la orilla para cazar.
Esta población es tan grande que los individuos más grandes se alimentan de sus congéneres más pequeños cuando escasea la comida. Esto da lugar a cacerías muy impresionantes visibles desde la orilla, donde lanzar un señuelo es sinónimo de acierto. Muy pocos peces superan el metro de longitud, aunque existe una pequeña población.