Peces a la medida del medio ambiente
Sea cual sea la región de Francia en la que vaya a buscar truchas, los pequeños arroyos suelen albergar peces de tamaño medio, a veces de hasta 35 cm, pero la mayoría de 20 a 25 cm.
Cuando se alimentan de alevines, estas truchas suelen buscar presas pequeñas, a menudo de menos de 4 cm, lo que obliga a los pescadores a utilizar señuelos muy pequeños para ofrecer presas acordes con el entorno.
El señuelo blando, una alternativa a la cucharilla giratoria
Aunque el señuelo más popular para este tipo de pesca sigue siendo la cucharilla giratoria, que ya ha demostrado su valía, tiene sus límites, tanto en lo que respecta a la profundidad de nado como a la desconfianza de los peces ante sus vibraciones, ya que es utilizado por muchos pescadores.
La buena alternativa es pescar con señuelos blandos, que le permitirán peinar todas las capas de agua, sea cual sea la profundidad y la fuerza de la corriente, y salirse un poco de los caminos trillados ofreciendo a las truchas una presa menos habitual.
Los distintos tipos de señuelos blandos para utilizar en pequeños arroyos
Existen dos tipos de señuelos blandos para pescar truchas en arroyos: imitaciones de alevines y pequeños insectos .
En la primera categoría encontramos principalmente los Shads, cuya paleta es perpendicular al cuerpo del señuelo, determinando así la natación al recuperar, y los Grubs (o coma) cuya fina cola empieza a ondular, dando un efecto visual de rotación al carretear.
En cuanto a insectos, hay mucho donde elegir, incluidas imitaciones de pequeños bichos, larvas, polillas y gusanos.
Diferentes imitaciones para diferentes usos
Mientras que un pequeño sábalo o una coma deberán enrollarse más o menos deprisa en función de la velocidad de la corriente para que la cola del señuelo actúe (emitiendo vibraciones que desencadenen los ataques), una imitación de insecto o gusano deberá enrollarse a la misma velocidad que la corriente, derivando de forma natural como lo haría un insecto real.