Después de ver en el artículo anterior cómo abordar correctamente una cacería ahora es el momento de animar los señuelos y de que comience la batalla, que sin duda será larga y difícil. Todos a bordo tendrán un papel importante para derrotar a este gigante, que puede pesar más de 250 kilos en el caso de los ejemplares más finos.
Animación de señuelos
Una vez que la caza está a tiro, la emoción a bordo es máxima. Pero es importante mantener la calma para no estropearlo todo. El error aquí sería precipitarse y lanzar completamente al lado de la caza. Recuerde, si la cacería es muy densa y está formada por muchos individuos, entonces favorezca los exteriores. En cambio, si se trata de unos pocos individuos en movimiento, intenta anticiparte y presentar el señuelo justo delante de ellos.
Como ya se mencionó en el primer artículo sobre el equipo utilizado para la pesca del atún rojo con señuelo en el Canal se utilizan 3 tipos principales de señuelos, cada uno con una animación específica:
- Los poppers requieren tirones largos, normalmente con la caña baja para no sacarlos del agua.
- Stickbaits que animo con una punta seca, variando la velocidad de recogida y haciendo algunas poses.
- Los señuelos blandos son muy eficaces cuando se utilizan en línea recta tras dejar que se hundan unos metros por debajo de la superficie.

Al principio de la temporada, los poppers son muy eficaces en las cacerías activas y a medida que avanza la temporada tiendo a variar y prospectar los primeros metros bajo la superficie optando por stickbaits o señuelos blandos. A menudo es interesante variar los tipos y tamaños de señuelos cuando hay varios pescadores para apuntar al señuelo que está funcionando ese día.
Por último, también hay que recordar que una zona puede parecer completamente tranquila cuando sólo unos segundos o minutos antes estaba eufórica. En este caso, los poppers pueden desencadenar ataques y despertar completamente la zona.
Gestionar el combate
Tras la picada, se requiere una potente acción de enganche para asegurarse de que el anzuelo está firmemente clavado en la boca del pez. A continuación se produce una violenta acometida durante la cual es prácticamente imposible controlar al pez. Ajustar el freno es esencial para evitar roturas.
El pez encontrará rápidamente una profundidad cómoda y hará todo lo posible por mantenerse en ella. Es entonces cuando empieza el enfrentamiento
Durante el combate, el timonel desempeña un papel fundamental, maniobrando constantemente la embarcación para evitar que el pez se meta debajo y, en la medida de lo posible, asegurándose de que el pescador tenga la posición más erguida en relación con el pez.
El placer de este tipo de pesca reside en el espíritu de equipo, y durante el combate todos tendrán la oportunidad de luchar un poco contra los peces turnándose.

Liberación de los peces
La llegada del pez al barco es para mí la fase más crítica. Dividido entre el deseo de acabar de una vez tras una larga lucha, la emoción de ver a este magnífico pez romper la superficie y el hecho de que el pez no está necesariamente dispuesto a rendirse, fue durante esta maniobra cuando registré el mayor número de roturas.
Hay que tomar precauciones y estar preparado para una acometida final de este gigante de los mares que, si no se maneja adecuadamente, provocará la rotura inmediata de la línea.

Una vez que el veneno esté en el bote, agarre firmemente el líder de choque sin rodear nunca su mano con él. Evidentemente, se recomienda utilizar un guante en esta fase. Así que ya ves por qué es importante tener un bajo de línea de choque de gran diámetro. Yo uso Varivas de 200 libras.
Tan pronto como sea posible, utilice el pez gris para controlar al pez. Esta etapa debe coordinarse entre el piloto, el pescador y la persona que sujeta el agarre del pez.
Aprovecho la ocasión para recordárselo: ¡nunca saque un atún del agua para hacerle una foto! Además de la dificultad de subirlo a bordo, hay que tener en cuenta que este pez necesita nadar constantemente para oxigenarse. Sólo se pueden subir a bordo los atunes destinados a ser conservados y, por tanto, anillados.
Por mi parte, en cuanto el pez se sujeta con la pinza, pongo en marcha el motor para crear una corriente que lo ventile. Ahora tenemos tiempo de hacer unas fotos y recuperar el pez antes de soltarlo en las mejores condiciones posibles.

La pesca del atún es ante todo una aventura humana en la que el espíritu de equipo es esencial.
Requiere una inversión importante en equipos. Merece la pena utilizarme para reducir costes.
Los caladeros están en alta mar, lo que significa que se necesita una embarcación segura para llegar y varias personas a bordo, así como equipo de pesca de altura.