Cuando estás empezando, el objetivo es pescar rápido para divertirte, pero también para mantener la motivación y tranquilizarte. Así que intenta adoptar el enfoque más sencillo y obvio para facilitar la tarea. Buscarás peces activos, te dirigirás a lugares que puedan albergar peces y en momentos oportunos. En estas condiciones, una animación muy sencilla bastará para atraerlos.
Este planteamiento es válido tanto en entornos marinos como de agua dulce, ya que los depredadores siguen la misma lógica.

Puntos obvios y variados
Pescar en el agua al azar a veces da resultados, pero sólo de forma anecdótica y suele ser más desalentador que otra cosa. Recorrerás kilómetros de costa y puede que sólo pesques un pez.
Lo mejor es centrar tu atención en un número definido de puntos que sean fáciles de abordar, pero también variados. Esto te permitirá comprender el tipo de zonas en las que encontrarás los peces ese día y, a continuación, tratar de analizar las razones de su presencia. Tanto en el mar como en agua dulce, puedes concentrarte en :
- zonas actuales
- acolchado, camas de hierba marina
- estructuras (criaderos de ostras, pilares de puentes, pontones, árboles o rocas sumergidos, etc.)
- cambios en el relieve o en los sustratos si son perceptibles desde la orilla
Hay un gran número de posibilidades y, dependiendo del pez que busques, te animo a que te informes sobre los distintos tipos de puestos que pueden ocupar.

Los buenos tiempos
Para maximizar sus posibilidades de éxito, elija condiciones que favorezcan su actividad. En pleno calor o en zonas poco profundas y abiertas, al amanecer y al atardecer. En pleno invierno, las horas más cálidas. O los días nublados y ventosos son momentos excelentes para la mayoría de los depredadores, ya que las condiciones ambientales de luz y ruido facilitan la caza.

Esté atento a los signos de actividad
Cuando estés en la orilla del agua, intenta observar y escuchar las más leves señales de actividad para localizar a los depredadores que se alimentan. Una caza explosiva, un pez saltando, un banco de pececillos huyendo o ¡incluso aves buceando en el mar!

Prospección rápida
Para encontrar peces activos y, por tanto, los más fáciles de capturar, intente cubrir el mayor número posible de puntos, pero hágalo metódicamente. Empieza en la orilla, luego despliégate y trata de pescar en distintas capas de agua, empezando en la superficie y adentrándote cada vez más. Dependiendo del tamaño del punto, haz de 15 a 20 lances y pasa al siguiente.

Animaciones sencillas
Buscamos peces activos y probablemente no tengas mucha experiencia en animar señuelos, así que nos limitaremos a una animación básica que resulta muy eficaz: ¡la lineal! Todo lo que tienes que hacer es lanzar tu señuelo (duro o blando), dejar que se hunda hasta la profundidad deseada y simplemente enrollarlo. Puedes pausar o cambiar la velocidad, pero eso es todo.
Así que debes elegir señuelos que se muevan de esta manera... Así que shads para señuelos blandos, y minnows o swimbaits para señuelos duros.

Una caja de señuelos reducida
La elección del señuelo es siempre fuente de interrogantes. Para resolver este problema y poder pescar ligero (se trata de pesca itinerante), elige una pequeña selección de señuelos, no más de quince, que te permita pescar en todas las profundidades de agua.
A la hora de seleccionar los señuelos, nada más sencillo: decántate por los señuelos en los que más confíes, ya sea porque has pescado antes con ellos o porque se consideran referentes y valores seguros en colores naturales y tamaños medios en función de la especie a la que te dirijas.
