Pesca con peces pequeños
El calamar es un depredador que se alimenta principalmente de peces pequeños, como sardinas y caballas, y suele pescarse de noche para aprovechar su intensa actividad nocturna.
Las sardinas se utilizan a menudo como cebo, pero pueden ser frágiles, por lo que se prefieren peces más resistentes, como la caballa o el salmonete, que se sujetan con un jig de aguja o hilo elástico para evitar que se rompan con facilidad durante el lance o la animación. También existen jigs clásicos en los que se puede añadir un trozo de pescado para aumentar el atractivo.

¿Qué equipo debo utilizar para pescar calamares?
El equipo básico incluye una caña de lanzar ligera o media, un carrete provisto de trenzado fino para mayor sensibilidad y un bajo de línea de fluorocarbono para mayor discreción.
El cebo utilizado puede ser pescado fresco muerto (sardinas, caballa, boga) unido a un needle jig, un señuelo específico para este cefalópodo compuesto por una cesta de anzuelos muy finos sin púas diseñados para pinchar los tentáculos del calamar. El needle jig puede equiparse con un flotador iluminado para la pesca nocturna, lo que facilita la detección de las picadas y la colocación precisa del cebo a la profundidad adecuada.
Piense en el alojamiento
La técnica consiste en dejar que el cebo se hunda hasta el fondo y luego moverlo con pequeñas sacudidas o movimientos arriba y abajo para imitar a un pez asustado (lo que se conoce como "waddling" o "tataki"). Es importante explorar distintas capas de agua, ya que los calamares suelen moverse por bancos a distintos niveles. La pesca debe ser precisa pero delicada. A diferencia de los peces, los calamares se aferran a sus tentáculos, de ahí la ausencia de púas en los anzuelos, y hay que evitar aflojar el sedal para no desengancharlos.
La pesca del calamar suele ser más productiva al atardecer, al anochecer, y en las noches de luna llena, cuando aumenta su actividad, sobre todo a profundidades de entre 15 y 300 metros, según la zona. Ya sea en un barco o a bordo, la paciencia y un manejo suave son la clave. Cuando el calamar está enganchado, la subida debe ser regular y en tensión constante, y es aconsejable salabear la captura para evitar que se escape.

Para mejorar el rendimiento, puede utilizar starlites (luz artificial) colocadas a un metro por encima de las plantillas para atraer a estos cefalópodos, que son sensibles a los niveles bajos de luz. En caso de pérdida, conviene reintentar la animación inmediatamente, ya que el calamar suele estar listo para volver a agarrar el cebo.
La pesca con cebo de calamar se basa en el equipo adecuado, el uso de cebo fresco y bien presentado, una animación sensible y variada, y una atención especial al momento de la noche y la luna para maximizar las posibilidades de captura. Cuando se practica con regularidad, este divertido estilo de pesca ofrece grandes emociones y sabrosas capturas.